Ecologistas en Acción del Bajo Cinca ha solicitado al ayuntamiento de Fraga y al Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón que se inicien los trámites necesarios para instalar en Fraga una estación de control de la contaminación, integrada en la RRICAA (Red Regional de Inmisión de Contaminantes Atmosféricos de Aragón), a fin de determinar la calidad del aire que se respira en la comarca y establecer, en su caso, medidas de protección ambiental para salvaguardar la salud de la población.

01/07/2009 ( Fuente: NP)

Ecologistas en Acción considera que las condiciones geográficas y climatológicas de la comarca son favorables a los episodios de contaminación. Entre estas condiciones adversas están las frecuentes nieblas invernales, en la que los contaminantes quedan estancados, o bien los encajonamientos del viento en el valle que trae contaminantes de algunos polos industriales del Ebro.

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Así mismo se destaca que los condiciones meteorológicas habituales en verano son favorables a la contaminación por ozono troposférico (de las partes bajas de la atmósfera) y que es de esperar, como ya pasa en buena parte de Aragón y el sur de Europa, que en la comarca del Bajo Cinca los niveles de este contaminante sean apreciables.

Como datos que justifican la petición, Ecologistas en Acción recuerda que las estaciones de medida más cercanas a Fraga, Monzón a 45 km, Bujaraloz a 42 km de distancia y Els Torms (Lleida), a 34 km, muestran contaminación por ozono y que los estudios ambientales efectuados en Mequinenza con motivo del proyecto de central térmica, aunque incompletos, muestran, además de contaminación por ozono, contaminación por partículas (PM10). En el caso de las PM10 se encontraron 17 superaciones de los máximos legales en tan solo 83 días medidos del año 2007, cuando las normas ambientales establecen que no deben superarse las 35 superaciones de los 50 microgramos/m3 en el periodo de un año.

Así mismo la previsible construcción de varias centrales térmicas (Mequinenza, Fayón, Ribarroja) en la región son un motivo más que justifica la puesta de una estación de control de la contaminación en la capital del Bajo Cinca.

A falta de estudios sobre la contaminación en el Bajo Cinca los contaminantes que se cree son más frecuentes en el valle serían el ozono, en primavera-verano, las partículas de polvo microscópico (PM10), provenientes presumiblemente del tráfico, de algunas industrias y de la quema de residuos agrícolas, compuestos nitrogenados provenientes de granjas y campos de cultivo así como pesticidas.

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