La Cámara de Representantes estadounidense debe pronunciarse desde este viernes sobre un vasto proyecto de ley que instauraría un sistema para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, una de las grandes prioridades del presidente del país, Barack Obama.
Noticias Troposfera.org
26/06/2009
(
Fuente:
AFP)
Después de meses de conversaciones con los representantes
de los Estados dependientes del carbón y el petróleo, así como con los
legisladores de Estados agrícolas productores de etanol, los responsables
demócratas -que aceptaron dar compensaciones- alcanzaron un acuerdo para
votar a partir de este viernes.
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El martes, Obama reiteró su llamamiento al Congreso para
que adopte la nueva ley. "La nación que lidere en la creación de una
economía de energía limpia será la nación que lidere la economía del siglo
XXI", dijo durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca.
Henry Waxman, presidente de la comisión de Energía y
Comercio que dirigió los debates sobre el proyecto de ley junto a su colega
Ed Markey, presentó esta semana una última versión del texto que cuenta con
1.200 páginas.
El plan busca reducir las emisiones de CO2 creando
empleos ecológicos y disminuyendo la dependencia de las fuentes de energía
extranjeras, según los objetivos enunciados por Obama.
"Con este proyecto de ley (...) vamos a crear una
revolución de la energía verde", dijo Markey en una conferencia de prensa el
miércoles. "El mundo entero espera ver si el presidente Obama acudirá a
Copenhague (a la conferencia de la ONU sobre el clima en diciembre) como
líder del intento de reducir los gases de efecto invernadero, provocando al
mismo tiempo una revolución de los empleos ecológicos", añadió Markey.
El proyecto prevé la creación de un sistema de mercado de
derechos de emisiones denominado 'cap and trade'. En este sistema estos
derechos serán vencidos u otorgados gratuitamente para las industrias más
vulnerables (acero, vidrio).
El objetivo es lograr una reducción de las emisiones de
gases de efecto invernadero en 2020 del 17% en relación al nivel de 2005.
Además, los proveedores estadounidenses de electricidad
deberán obtener un 15% de su producción de energías renovables (eólica,
biomasa, solar, geotérmica) en 2020. Esta cifra será combinada con una
exigencia para sus proveedores de realizar un 5% de ahorro anual a través de
medidas de eficacia energética.
Pero los republicanos de la Cámara y algunos demócratas
de centro se oponen al 'cap and trade' porque temen que provoque un alza de
los costos de la energía.
Según un análisis de la Agencia de Medio Ambiente de
Estados Unidos (EPA) divulgado esta semana, la puesta en marcha del proyecto
de ley costará de 80 a 111 dólares por año a los hogares estadounidenses.
Para la Oficina de presupuesto del Congreso (CBO), un organismo
independiente, este costo será de 175 dólares anuales.
Estas cifras relativamente modestas contradicen las
estimadas por los republicanos, que se refirieron a 3.100 dólares anuales
citando un "estudio independiente" del Massachusetts Institute of Technology
(MIT).
Según un sondeo Washington Post-ABC publicado el jueves,
el 75% de los estadounidenses cree que el Estado federal debe reglamentar
las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero solo el 52% respalda la
idea de un mercado de derechos de emisiones.
Después de la Cámara será el Senado el encargado de
estudiar el proyecto de ley.
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