La Consejería de Medio Ambiente impulsará cerca de medio millar de medidas con el fin de promover el desarrollo sostenible y frenar el cambio climático. Esta batería de actuaciones se enmarcan en dos estrategias que se desarrollarán de forma paralela y cuyos borradores fueron publicados ayer en el Boletín Oficial de Castilla y León con el fin de que particulares, empresas e instituciones puedan presentar sus alegaciones en un plazo de 45 días.
Noticias Troposfera.org
22/01/2009
(
Fuente:
ABC)
Ambas tratan, en palabras de la vicepresidenta primera y
consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz, de «incorporar los criterios
de sostenibilidad a la actividad diaria de Castilla y León».
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La elaboración de estas estrategias arrancó de un diagnóstico previo
realizado a partir de unos indicadores tomados durante siete años desde
2000. A este informe se sumó, según explicó ayer Ruiz, el análisis
desarrollado por más de 280 expertos externos y de la propia Administración
regional en seis foros distintos (administración; eficiencia y ahorro
energético; transporte y movilidad; territorio; producción y consumo; y
población).
Incrementar las energías renovables en su uso y en su producción, mejorar
los planes de movilidad -fomentando el uso del transporte público-; impulsar
una agricultura y una gestión forestal sostenibles y educar en prácticas con
menor impacto en el medio ambiente son las principales apuestas de estas dos
estrategias cuyo conjunto de acciones «deberán estar permanentemente en la
previsión, planificación y ejecución de todas las administraciones, pero
también del sector empresarial y social», avanzó la consejera.
Para ello, la primera de las estrategias presentadas, destinada
exclusivamente a la promoción del desarrollo sostenible y cuyo marco de
ejecución se extenderá hasta el año 2012, incluye un total de 453 medidas
agrupadas en 36 programas de actuación. Su objetivo, explicó la máxima
responsable de Medio Ambiente, es «la consecución de un modelo de desarrollo
sostenible real orientado a crear mucho empleo de calidad», pero que a la
vez «adaptarlo a un marco de producción que minimice su afección en el medio
ambiente con mayor uso de las nuevas tecnologías».
10.000 MW más de energía eólica
Así, articula las citadas medidas en ocho capítulos. El primero de ellos
hace referencia a la educación y prevé, entre otras cosas, poner a
disposición de la comunidad educativa materiales y herramientas específicas
para la divulgación de la sostenibilidad. Al mismo tiempo, con la
Administración como «líder» y «ejemplo» se fomentará las energías
renovables, para lo cual se prevé la implantación de más de 10.000
megawatios de producción de energía eólica.
Otro de los capítulos se refiere a las nuevas pautas de movilidad. En
este sentido, Ruiz destacó la importancia de desarrollar nuevos planes,
principalmente en las grandes urbes, que fomenten el empleo del transporte
público. Asimismo, se refirió al impulso del coche eléctrico como «una de
las grandes alternativas para el desarrollo y el mantenimiento del empleo».
La estrategia contempla también el desarrollo de un modelo de excelencia en
la construcción con criterios arquitectónicos sostenibles. En este sentido,
la consejera apuntó a la necesidad de edificios bioclimáticos que usen las
energías renovables y eviten un impacto paisajístico. Por otro lado, abogó
también por crear un Consejo Empresarial para la Sostenibilidad dentro de
los foros de competitividad que tiene la Consejería de Economía, además de
poner en marcha un plan de adaptación a las consecuencias del cambio
climático con especial incidencia en la agricultura y en el sector forestal.
Precisamente para abordar las medidas más relacionadas con el freno del
cambio climático el departamento que dirige María Jesús Ruiz ha diseñado
otra estrategia específica cuyo marco de actuación se extenderá hasta 2020 y
que incluye un total de 419 acciones agrupadas en 104 medidas. En este
sentido, destacó la importancia de «regular» los sectores difusos que, como
el tráfico o el transporte, «son responsables de una parte importante de las
emisiones de CO2». Así este plan específico perseguirá principalmente la
reducción de estos gases del efecto invernadero, para lo cual tratará, por
un lado, de que empresas y particulares reduzcan la dependencia energética
del consumo de fuentes fósiles; y por otro, de potenciar los elementos de
absorción con los que cuenta Castilla y León -principalmente las masas
forestales, que en los próximos años quiere repoblar en una media de 20.000
hectáreas cada año-.
Ambas estrategias tendrán un proceso de evaluación y actualización
permanente a través de una serie de indicadores que medirán su eficacia.
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