El corte de suministro afecta a más de una docena de países, algo que Bruselas califica de “inaceptable”. El desenlace del conflicto depende del acercamiento entre Rusia y Ucrania.
Noticias Troposfera.org
07/01/2009
(
Fuente:
Expansión.com)
Ante la ola invernal de frío que asola al centro de Europa, el corte en
el suministro de gas ruso a toda una serie de países europeos añadió ayer
una nota de dramatismo a las consecuencias económicas y humanitarias que
pueden derivarse.
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La UE cambió de tono, respecto a la víspera, en sus comentarios sobre la
crisis, y denunció la decisión “inaceptable” del corte en el
aprovisionamiento a toda una serie de países comunitarios. Bruselas insistió
en que las dos partes en conflicto, Rusia y Ucrania, deben resolver cuanto
antes sus diferencias.
En el sexto día de la crisis, la UE a través de una firme declaración de
la presidencia checa y de la Comisión Europea (CE), se lamentó del cambio de
actitud de las autoridades rusas y ucranianas, que han hecho caso omiso de
sus respectivos compromisos para asegurar el aprovisionamiento en gas de la
UE. En su comunicado, Bruselas señala que esto ocurre “sin advertencia
previa y en clara contradicción con los compromisos anteriores”.
El hecho es que varios países de la UE sufrían ayer un corte total en su
aprovisionamiento, como Grecia, Bulgaria y Rumania, junto a otros países de
los Balcanes, Croacia, Macedonia y Turquía, a los que había que añadir otros
con una fuerte caída en el suministro. En total, los afectados sobrepasaron
la docena –ver gráfico adjunto–.
La UE se plantea si Ucrania y Rusia son “socios fiables”, teniendo en
cuenta la situación actual y los compromisos que ambos habían adquirido. La
única luz esperanzadora fue el anuncio de Oleh Doubina, presidente de la
compañía pública ucraniana de gas, Naftogaz, de que viajará mañana a Moscú
para reanudar las negociaciones con Gazprom.
Los cortes de ayer en el suministro de gas son la primera advertencia del
lado ruso, ya que fue el primer ministro ruso, Vladímir Putin, quien dio la
orden a Gazprom de proceder de esta forma, ante la falta de reacción de los
responsables ucranianos de aceptar las condiciones que les exige Gazprom. El
gigante ruso se lamenta del retraso en los pagos por el aprovisionamiento en
gas a Ucrania, de 1.500 millones de euros y la falta de acuerdo en el precio
para 2009. Gazprom ha aumentado su exigencia a 450 dólares por 1.000 metros
cúbicos, desde los 250 iniciales.
El aprovisionamiento en gas de la UE procede en un 40% de Rusia, y de ese
porcentaje, el 80% transita por Ucrania. El vicepresidente de Gazprom,
Alexandre Medvedev, aseguró ayer que a pesar de la crisis con Ucrania, su
empresa podrá mantener el aprovisionamiento a través de otros gaseoductos
por Polonia y Bielorrusia, para evitar las consecuencias negativas de esta
situación para la UE.
La crisis actual constituye una repetición de la crisis similar de enero
de 2006. El primer ministro checo, Mirek Topolanek, declaró ayer que si la
situación no mejora y como medida extrema, podría convocar una cumbre
UE–Rusia–Ucrania para tratar de solucionar el conflicto, lo que haría
cambiar de posición radicalmente a la UE, que hasta ahora repetía que se
trata sólo de un problema comercial sin un claro trasfondo político.
En el caso de Alemania, el principal importador de gas ruso, Eon Ruhrgas,
comunicó que había comenzado a sufrir restricciones en el suminsitro y
admitió que hoy miércoles el conflicto podría escalar de manera que no se
reciba ya nada de gas ruso, informa Carmen Vela desde Berlín.
El ministro de Economía alemán, Michael Glos, urgió ayer en Berlín a
Medvedev a zanjar la disputa por el precio del gas que mantiene con Ucrania.
Berlín ha recibido garantías de que habrá suministro a Alemania por rutas
alternativas. Pese a todo, Medvedev manifestó que Gazprom está dispuesto a
negociar con Ucrania a cualquier hora del día y de la noche.
Los países buscan alternativas
Ante la crisis energética, muchos de los actores están analizando que
remedios se pueden utilizar para colmar la falta de aprovisionamiento en gas
procedente de Rusia. Ayer mismo el presidente búlgaro, Georgi Parvanov, se
planteó si no sería necesario considerar la reapertura de Kozloduy, una
central nuclear cerrada en Bulgaria por falta de seguridad, algo que se
contempla en el tratado de adhesión de ese país, por causas graves. Además
se estudian otras medidas, como el racionamiento del gas y un ahorro
intenso.
Lituania, también se plantea prorrogar el periodo de vida de la central
de Ignalina, a pesar de las ayudas europeas que ya ha recibido, en previsión
de su cierre, para reforzar la conexión energética con sus vecinos, Suecia y
Polonia.
Troposfera.org declina cualquier responsabilidad sobre el contenido de la información extraída de otras fuentes, las cuales son siempre citadas. Así mismo, su publicación no pretende reflejar la postura u opinión de Troposfera.org sobre el tema tratado.
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