Políticos y empresarios rechazan el Plan de Mejora de la Calidad del Aire en la zona cerámica de Castelló por considerar que grava la actividad de las azulejeras y los colorificios en una época de crisis «en la que la apuesta se centra en la reducción de costes para mantenerse a flote», explica el presidente de la Confederación de Empresarios de Castelló (CEC), José Roca, quien pide «subvenciones y financiación» para que las empresas puedan asumir el gasto que conlleve esta iniciativa.
Noticias Troposfera.org
28/12/2008
(
Fuente:
Levante-EMV)
Cabe recordar que el pasado viernes el pleno del Consell aprobó el
Plan de Mejora de la Calidad del aire en la zona cerámica [
], que comprenderá actuaciones en los
municipios de Vila-real, Burriana, Onda, Almassora, l´Alcora y la capital de
Castelló. Sin embargo, la Generalitat sólo asumirá los gastos referentes a
los estudios y a las inspecciones para delimitar las acciones que cada
empresa debe llevar a cabo para garantizar la calidad del aire. De hecho,
serán las propias empresas las que deberán asumir la mayor parte de los 140
millones que va a costar la iniciativa.
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Ante esta situación, el presidente del CEC, José Roca valora cualquier
iniciativa que se ponga en marcha para mejorar la calidad medioambiental de
la zona industrial, pero recuerda «que la industria cerámica lleva muchos
años trabajando en esa dirección y ya se han conseguido grandes logros».
En el mismo sentido se manifiesta el alcalde de Onda, uno de las
principales núcleos de la industria azulejera. Enrique Navarro asegura que
«las empresas no pueden soportar en estos momentos grandes inversiones» por
lo que recomienda al Consell que habilite «subvenciones y conseguir ayudas
estatales y europeas».
Pese a todo, Navarro matiza que el Ayuntamiento de Onda está claramente a
favor de un plan medioambiental, pero considera que el que el pasado viernes
fue aprobado por la Generalitat Valenciana llega tarde y, además, lamenta
que los ayuntamientos «no hayamos participado en su redacción».
El alcalde de l´Alcora, Javier Peris, reconoce que el plan surge de las
demandas de la localidad y de la necesidad de contar con un medioambiente
saludable, pero asegura que su redacción es un claro ejemplo «de lo poco que
le importa a Camps la industria cerámica» ya que la situación del sector
cerámico «está para pocos gastos» por lo que considera que el coste de las
medidas contempladas en el plan deberían ser asumidas por la Generalitat,
mientras que ahora, y según fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente,
sólo se hace cargo del gasto ocasionado por los estudios y las inspecciones
que se lleven a cabo para delimitar las acciones que deberán emprender las
firmas.
El alcalde de Almassora,Vicente Casanova, es el único que aplaude el plan
y considera que las empresas deben responsabilizarse del impacto que provoca
su actividad industrial y, por lo tanto, asuman los gastos que puedan
ocasionar las medidas correctoras, pero matiza que no se pueden pedir
medidas utópicas «y nunca vamos a tener el mismo aire que en Penyagolosa».
Por último los ecologistas también lo rechazan. El portavoz de la
plataforma No a la Contaminación, Joan Piñana, califica el plan de
inservible al no incluir informes epidemiológicos sobre los efectos de la
contaminación en la salud de las personas y considera «sospechoso» que no
hayan participado médicos en su elaboración.
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