La contaminación atmosférica es uno de los principales problemas de las grandes urbes. Diversos estudios aseguran que Madrid y Barcelona se sitúan entre las ciudades europeas con más contaminación y superan los límites máximos previstos para el año 2010. Pero la manera de afrontar el problema es distinto. Las empresas catalanas destinan más dinero que las madrileñas en la protección del medio ambiente, y las autoridades catalanas adoptan medidas más radicales, aunque de efectividad difícil de valorar.

07/09/2008

Según los últimos datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), las empresas españolas destinaron a la protección medioambiental un total de 2.617,5 millones de euros en 2006, casi un 11% más que el año anterior. De esa cifra, la mayor parte estaba destinada a reducir la emisión de gases de efecto invernadero.

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Cataluña fue la comunidad que más dinero destinó. La empresas de la región que preside José Montilla invirtieron 228,8 millones de euros para la protección medio ambiental, el 18% del total que destinaron las empresas españolas. Mientras, la comunidad que preside Esperanza Aguirre quedó lejos de estas cifras. Las empresas madrileñas invirtieron 61,6 millones de euros, sólo el 5,1% del total. La diferencia entre ambas comunidades autónomas resulta aún mayor cuando se compara el gasto corriente de las empresas (que no la inversión) destinado a proteger el medio ambiente. Las empresas catalanas superaron los 400,3 millones de euros, el 28,4% de lo que destinan las empresas españolas en conjunto, mientras que las compañías madrileñas destinaron este tipo de gasto 88,9 millones, el 6,3% del total.

Pero, a pesar de estas inversiones y gastos de las empresas, la contaminación persiste en las dos grandes ciudades españolas. Y es que los automóviles causan el 80% de la polución atmosférica. El tráfico rodado provoca partículas en suspensión (PM-10) y emisiones de óxido de nitrógeno, monóxido de carbono, benceno y tolueno. De ahí que limitar la velocidad en la conurbación de Barcelona, una de las principales medidas adoptadas por la Generalitat, haya demostrado ser algo efectivo.

Según los primeros resultados, se ha reducido entre un 3,5% y un 4% la presencia de óxidos de nitrógeno y partículas en suspensión. Una rebaja importante, pero lejos de las previsiones iniciales del Ejecutivo autonómico, que espera una caída de entre el 7% y el 17%. Los resultados son, no obstante provisionales, a la espera de un estudio en profundidad elaborado por la Universidad de Barcelona y cuyas conclusiones se conocerá a finales de este mes.

De cualquier forma, el tráfico rodado es la razón que explica que, pese a la mayor inversión de Cataluña, la contaminación atmosférica sea casi igual en Barcelona que en Madrid. Según un estudio realizado por Ecologistas en Acción, un 64% de los catalanes respiran aire contaminado por encima de lo que marca la ley. Y en Madrid, la cifra asciende al 80%.

Otros estudios, como el del Observatorio de la Sostenibilidad en España, igualan más la situación. Pero el más destacable es el que encargó la Generalitat al Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL). El resultado es que el aire que se respira en Barcelona es peor que el de ciudades como Londres, México o Nueva York. Sólo Pekín, Nueva Delhi y otras cinco ciudades de nivel socioeconómico inferior tienen más contaminación atmosférica, según este estudio.

Fuente: gaceta.es

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