Las servidumbres de la industria cerámica provocan que la la Comunitat Valenciana sea literalmente la que más "ensucia" la atmósfera con una de las sustancias que en los últimos años está mereciendo más atención por parte de los expertos debido a su impacto sobre la salud humana.
Noticias Troposfera.org
23/06/2008
Se trata de las partículas en suspensión PM10, de los que la industria
valenciana emitió 22.500 toneladas a la atmósfera en 2006, lo que representa
el 47,3% de las emisiones en todo el territorio nacional. Las PM10 son
partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas,
cemento o polen, dispersas en la atmósfera y cuyo diámetro varia entre 2,5 y
10 micrómetros (la milésima parte de un milímetro). Generalmente están
formadas por compuestos inorgánicos como silicatos y aluminatos, pero también
por metales pesados y material orgánico asociado a partículas de carbono
(hollín).
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Sin embargo, lo importante en este factor de
contaminación es su posible efecto sobre la salud. Los científicos consideran
que las partículas en suspensión son el problema de contaminación ambiental
más severo, por sus graves afecciones al tracto respiratorio y al pulmón.
"Las PM10 -afirman en Ecologistas en Acción- están
detrás de numerosas enfermedades respiratorias, problemas cardiovasculares, y
cánceres de pulmón".
Por otro lado, los estudios sobre efectos a largo
plazo han estimado que la exposición a partículas en suspensión puede reducir la
esperanza de vida entre varios meses y dos años.
Según un estudio de la Comisión Europea, publicado a
comienzos de 2005, la presencia de estas partículas en la atmósfera produce cada
año 288.000 muertes prematuras. Otro estudio de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) publicado en 2004 afirma que la exposición a las partículas en
suspensión es la causa de la muerte prematura de 13.000 niños de entre uno y
cuatro años de edad, cada año.
Por lo que respecta al resto de contaminantes
contemplados por el registro EPER, las industrias de la Comunitat Valenciana
emiten anualmente 6.670.000 toneladas que en su mayor parte se corresponden con
el CO2 , del que en 2006 se lanzaron 6.570.000 de los 146 millones de toneladas
emitidos en toda España.
No obstante, en términos de impacto medioambiental
local, los pequeños vertidos de sustancias como el mercurio, el cromo y otras
los que pueden tener una importancia más significativa para los ecosistemas y la
salud de los valencianos.
Fuente:
Levante-EMV
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