El Ayuntamiento destinará 300.000 euros anuales para renovar las bombillas más dañinas para el medio ambiente · A pesar del trabajo, queda pendiente la redacción de la ordenanza del "cielo oscuro".
Noticias Troposfera.org
25/05/2008
En 2004 Granada tenía el farolillo rojo de ser una de las ciudades más
afectadas por la contaminación lumínica del país. Cuatro años después, la
situación ha mejorado considerablemente. Pero no lo suficiente.
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Ahora se da un paso más para que el cielo de la ciudad pueda verse con algo
más de nitidez gracias al 'plan de choque' que el Ayuntamiento ha puesto en
marcha avalado por la Ley GICA (Gestión Integrada de la Calidad Ambiental de
Andalucía).
La nueva normativa, que otorga al Ayuntamiento más competencias en la
materia, ha motivado, por ejemplo, que el Consistorio tenga la obligación de
establecer en cada nueva obra un paquete lumínico que garantice luz suficiente
a bajo consumo a base de reflectores que canalicen la potencia que emita la
bombilla. Así es como se ha realizado en las últimas obras de la calle Pedro
Antonio de Alarcón, Gran Vía o Avenida de la Constitución, que ya incorporan
los nuevos sistemas de luz establecidos en los parámetros ambientales.
Siguiendo esta línea, los técnicos del área trabajan en el Cerrillo de
Maracena cambiando las luminarias de una decena de calles; en la calle Félix
Rodríguez de la Fuente, la zona del Genil y parte del Centro, "concretamente,
en todas las calles que hay detrás de la Biblioteca Pública de Andalucía,
entre ellas, la de San Jerónimo", explican desde la Concejalía de Medio
Ambiente.
Básicamente, lo que se hace es eliminar la farola tipo "globo" y cambiarla
por un nuevo modelo de luminaria. "La farola antigua emite una iluminación sin
control, de modo, que se pierde visión y se contamina más. Con esta
remodelación lo que hacemos es buscar un modelo que cuente con un reflector".
Se trata de instalar farolas que envuelvan la óptica de la bombilla para que
la luz se reparta de una manera uniforme y hacia el suelo y no hacia el cielo.
"Los modelos estándar son las lámparas que tienen la parte superior opaca y
los laterales reflectantes. Se utilizan bombillas con menos potencia, pero
mayor rendimiento económico y lumínico", subraya el concejal del área de
Mantenimiento, Vicente Aguilera. El Ayuntamiento calcula que durante esta fase
de remodelación de alumbrado se eliminarán unos 250 bombos de la ciudad. Tarea
en la que se invertirán 300.000 euros.
A pesar de todos estos los trabajos cuyo fin es erradicar las emisiones
lumínicas contaminantes, el Ayuntamiento sigue sin tener redactada la
ordenanza de cielo oscuro contra la iluminación lumínica y por la eficiencia
energética prevista en el Plan de Acción de la Agenda 21 de 2006. Un texto
perteneciente al área de Medio Ambiente reclamado por todos los grupos de la
oposición que sería el complemento perfecto a las tareas que realiza -por
normativa europea- Mantenimiento.
En cualquier caso y a la espera de la presentación de la ordenanza
pertinente, el Ayuntamiento cuenta en la lucha de la contaminación lumínica
con la colaboración de la Consejería de Medio Ambiente que hace un par de años
puso en marcha una serie de iniciativas para dotar a la comunidad de una
normativa que defienda al espacio aéreo de las agresiones de la luz
artificial. Para tal tarea creó un comité de expertos en el que estaba
presente la Universidad de Granada y expertos del Instituto de Astrofísica de
Andalucía que se encargan de controlar la situación espacial de las ciudades y
establecer las medidas oportunas. Una importante labor para evitar el
deterioro que en los últimos 15 años ha sufrido el cielo granadino debido al
derroche de energía.
Fuente:
Granada Hoy
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Troposfera.org declina cualquier responsabilidad sobre el contenido de la información extraída de otras fuentes, las cuales son siempre citadas. Así mismo, su publicación no pretende reflejar la postura u opinión de Troposfera.org sobre el tema tratado.
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