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02/05/2008
Con apenas una semana en su nuevo cargo como presidenta del Foro Nuclear,
María Teresa Domínguez se enfrenta al reto de participar en el debate
energético abierto por el presidente del Gobierno tras su investidura, con una
opinión pública española mayoritariamente en contra del uso del uranio y con
los ecos del suceso de la central de Ascó todavía recientes.
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En medio de una demanda energética creciente y unos precios de las materias
primas desbocados, Domínguez afronta con energías su nueva tarea, que
compaginará con la dirección de varios proyectos relacionados con la nueva
generación de reactores nucleares, dentro de los Programas Marco de la UE,
conocidos como Generación IV.
Pregunta: ¿Qué es lo primero que le ha sorprendido en su primera
semana en el cargo?
Respuesta: El interés que despierta la energía nuclear.
P.: ¿Cuáles son los principales retos que tiene por delante?
R.: Acercarme al nuevo Gobierno, que ha mostrado interés en conocer
alternativas al ciclo combinado y los hidrocarburos, e informar al máximo a la
opinión pública sobre la energía nuclear.
P.: ¿Han tenido apoyo estatal para mejorar la presencia nuclear
internacional de España?
R.: El Gobierno ha atendido a la energía nuclear como era lógico.
Otra cosa ha sido manifestar en público la posibilidad de invertir en nuevas
centrales, que no ha hecho.
P.:¿Cómo ve el futuro energético de Europa?
R.: Europa ha pasado de unas posturas radicales en contra del uranio
a reconocer que la energía nuclear debe estar presente en un 20% en el mix
europeo. Esto marcará el futuro energético europeo.
P.: ¿Qué aportaría para España una mayor presencia nuclear en el mix
de generación?
R.: Sobre todo, una garantía en el suministro eléctrico. La
producción anual de 60.000 GWh de origen nuclear supone el ahorro de
importaciones de petróleo y gas por valor de 2.500 millones de euros.
P.: ¿Y en cuánto al precio?
R.: La energía nuclear lleva la estabilidad a los precios de la
electricidad, porque no está sometida a los vaivenes de los precios de los
combustibles. El precio del uranio representa un 5% del coste total de
producción de la energía.
P.: ¿Para el ciudadano qué ventajas tiene la energía nuclear?
R.: Si España incrementase la producción nuclear contendría su
factura eléctrica y los ciudadanos pagarían menos. El sector genera un PIB de
2.600 millones de euros y da trabajo a 30.000 personas. Si construyéramos las
diez centrales que necesitamos, tomando 10.000 Mw adicionales a los ya
existentes, y, hasta 2030, supondría un valor añadido de 10.000 millones de
euros y la creación de 170.000 empleos al año.
P.: ¿Se contendría el precio de los alimentos si hubiera una mayor
presencia nuclear?
R.: Sí, porque sólo la energía nuclear incluye el coste de todos los
elementos necesarios para la generación eléctrica. A los estudios sobre
renovables les falta transparencia para saber el coste real de la energía. La
crisis nos va a afectar a todos, pero la energía nuclear saldrá favorecida,
porque dará menos sorpresas que otras.
P.: ¿Nos encaminamos hacia una edad de oro nuclear?
R.: Sí, estamos dando los pasos hacia un renacimiento de la energía
nuclear mundial.
P.: ¿Cuál sería el mix energético nacional perfecto?
R.: 30% nuclear, 25% carbón limpio y gas, un 15% renovables, y el
resto petróleo.
P.: ¿Qué ocurriría si no se subvencionase a las renovables?
R.: Tenemos 13.000 Mw de potencia eólica instalada. Esto ha
permitido crear un tejido industrial, y generar competencia para que bajen los
precios. Pero, cuando esas subvenciones no se puedan mantener, la sociedad
deberá elegir lo que está dispuesta a pagar.
P.: ¿Llegará a haber en el futuro una OPEP del uranio?
R.: No. El uranio es abundante, está en países estables y hay
reservas para 400 años.
“Ascó refuerza al sector nuclear español”
Hace unas semanas, salió a la luz pública una fuga radioactiva que tuvo
lugar en la central nuclear de Ascó, en Tarragona. El Consejo de Seguridad
Nuclear calificó el escape con el nivel más bajo en la escala de incidentes
nucleares, aunque, posteriormente, subió la calificación, después de conocer
que se ocultó información por parte de la central, en la que ya se han
producido dos ceses.
Según Maria Teresa Domínguez, el suceso de Ascó “refuerza al sector
nuclear”, ya que, en su opinión, la detección del escape por el personal de
operación fue “muy eficiente”. En cuanto al por qué no se notificó antes del
suceso a las autoridades competentes, la presidenta del Foro asegura que “los
márgenes eran tan mínimos que resultaban imposibles de detectar”.
De hecho, afirma que “tuvo que ser a través de las prospecciones que se
hicieron aparte de las alarmas” el cauce por el que se descubrió la fuga, y
que, desde ese preciso instante, “se tomaron de manera inmediata las acciones
pertinentes por parte del operador y del organismo regulador”.
Para Domínguez, el suceso de Ascó demuestra que la centrales nucleares
españolas “están suficientemente preparadas” para “solventar” los errores
humanos que se puedan producir, y confía en que, una vez que todo acabe, se
investigará si hubo violación de procedimiento. La Comisión Europea está
analizando durante toda esta semana la fuga, tras haber enviado a la central
un equipo técnico de inspectores que evaluarán la situación.
Fuente:
Expansión
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Troposfera.org declina cualquier responsabilidad sobre el contenido de la información extraída de otras fuentes, las cuales son siempre citadas. Así mismo, su publicación no pretende reflejar la postura u opinión de Troposfera.org sobre el tema tratado.
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