La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, declaró ayer que, ante la «grave sequía» que vive España, los trasvases desde cuencas menos afectadas a zonas con déficit hídrico son «una solución más» entre las posibles, pero que, según su opinión, «deberían ser siempre la última opción». Narbona realizó estas declaraciones a la Cadena Ser. La ministra explicó que España vive «una grave sequía», y auguró que, en el futuro, los efectos del cambio climático «potenciarán este hecho». Se da la circunstancia de que, según los últimos datos de la comunidad científica internacioanal, la cuenca mediterránea será una de las zonas del planeta en la que más se notarán las consecuencias del calentamiento global. Dentro de este análisis, España, por su situación geográfica, puede ser uno de los países más afectados. No en vano, el riesgo de desertificación afecta ya a un tercio del territorio estatal.

31/12/2007

Ampliar Noticia: Levante-EMV

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