“Nuestro Plan de Desarrollo sigue dependiendo de combustibles fósiles, no se ha hecho una apuesta contraria en el país y es a partir de allí que empezamos fallando”, afirma Luis Jorge Hernández, docente de la Universidad de los Andes.

La resolución 2244 del 2017 del Ministerio de Ambiente estableció que todas las ciudades que tengan fuentes de emisión de material particulado de alto nivel, deben formular planes de descontaminación y esos planes debían llevar varios componentes; entre ellos la reconversión a combustible más limpios, pero aplicarlo es casi que imposible.

“Si bien el combustible de Colombia ha mejorado, sigue siendo desigual porque el país no produce lo suficiente. También ya deberíamos tener transportes de carga eléctrica, a gas y con trenes, pero no se ha hecho, por el contrario, se siguen cobrando impuestos altísimos a los carros de últimas generaciones y de energía eléctrica”, enfatizó Hernández.

En Colombia hace falta un sistema de monitoreo nacional de calidad del aire, “desde hace 10 años el Ministerio de Ambiente, se comprometió a crear el sistema de información del aire, pero este sigue en versión de prueba, por lo mismo que grandes ciudades como Cali, Paipa, Duitama o Buenaventura que son grandes ejes de contaminación, siguen en un silencio ambiental, no están reportando calidad del aire.

Ambos expertos dicen estos problemas ambientales no sólo están generando enfermedades respiratorias, sino también cardiovasculares, de acuerdo a estudios internacionales por cada 10% que aumente el material particulado también crece la mortalidad.

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