El ministro de Ecología y Medio Ambiente, Li Ganjie, señaló que aunque a algunas regiones empobrecidas les estaba costando transformar sus economías, los funcionarios regionales deberían oponerse con firmeza a la idea de que la "guerra contra la contaminación" ha afectado al crecimiento económico.

"Mientras los esfuerzos de protección ecológica de nuestro país crecen con fuerza constante, algunas voces en nuestra sociedad refuerzan la idea del impacto de la protección del medioambiente en el desarrollo económico, y debemos oponernos a esto de manera clara y decidida", dijo Li a los responsables del Ministerio de Medio Ambiente en un discurso.

El Producto Interno Bruto de China creció un 6.6% en 2018, su tasa más baja de crecimiento desde 1990, y el discurso de Li pone de relieve el temor a que una desaceleración más profunda pueda desviar los planes de reestructuración económica del país.

"Desde la segunda mitad del año pasado, las actividades económicas de nuestro país han sufrido cambios, y en esos cambios hay inquietudes, con complicaciones en el entorno externo y presiones a la baja cada vez más serias", dijo.

"La conciencia de la importancia de la protección del medioambiente se ha debilitado en algunas regiones, el ímpetu se ha reducido puesto que se ha atribuido manera simplista la desaceleración económica a una idea vagamente comprendida de excesivo control del medioambiente".

En realidad, según Li, aunque algunas regiones con "cargas históricas" menos pesadas experimentaban un buen desarrollo, las ciudades industriales más pobres y las regiones rurales "atrasadas" siguen teniendo dificultades a la hora de implementar las políticas estatales.

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