Los ministros de Medio Ambiente de los Veinticinco expresaron ayer su apoyo a la propuesta de la Comisión de incluir al sector de la aviación en el mercado de emisiones de la Unión Europea. Consideran que se trata de la "mejor" alternativa para reducir el impacto sobre el cambio climático de la aviación y limitar el coste para las aerolíneas, frente a otras posibles medidas como una tasa sobre el queroseno o sobre los billetes.
03/12/2005
Por ello, los ministros pidieron al Ejecutivo comunitario que presente una propuesta legislativa a finales de 2006 que sea "medioambientalmente significativa y económicamente eficiente" para que la aviación entre en el mercado de emisiones. El texto deberá ir acompañado de un detallado análisis de impacto que tenga en cuenta los efectos sobre la competencia entre aerolíneas, sobre la competencia entre diferentes modos de transporte y sobre las
islas y regiones ultraperiféricas.
Según las estimaciones preliminares que maneja Bruselas, el impacto económico de esta medida sobre las compañías será "limitado o modesto". El precio de los billetes subirá hasta 9 euros para un vuelo de ida y vuelta, lo que provocará una reducción de la demanda de hasta un 2,1%, de acuerdo con el estudio de impacto. "Las repercusiones sobre el turismo o sobre las zonas periféricas que dependen de la aviación serían muy limitadas", asegura la
Comisión.
Las emisiones del sector de la aviación representan el 3% del total y el 12% de las que produce el sector del transporte. No obstante, aumentan de forma mucho más rápida que las de otros sectores. Las emisiones de la UE debidas a los vuelos internacionales aumentaron un 73% entre 1993 y 2003 y, según las proyecciones, este incremento llegará al 150% en 2012 si no se toma ninguna medida, y anulará un cuarto de la reducción del 8% a la que la UE
se ha comprometido en el protocolo de Kyoto.
Los ministros de Medio Ambiente reconocen que las emisiones globales de la aviación constituyen un programa "serio" y "creciente". La introducción del sector de la aviación en comercio de emisiones obligará a fijar cuotas máximas para las aerolíneas, que si las sobrepasan tendrán que comprar derechos de emisión a otras compañías que se hayan quedado cortas.
El Consejo marca al Ejecutivo comunitario una serie de parámetros para presentar su propuesta. La entidad responsable de las emisiones debería ser cada compañía. El nuevo esquema tiene que incluir tanto las emisiones de dióxido de carbono como el resto. Quedarían cubiertos todos los vuelos que salgan de la UE aunque el operador este basado en un país tercero, ya que los vuelos intracomunitarios representan sólo el 40% de las emisiones de todos
los vuelos que despegan de la UE.
Además, el diseño del sistema "debería tener en cuenta la diversidad de las regiones de la UE, incluidas las islas, las regiones ultraperiféricas y los territorios de ultramar".
Fuente: Finanzas.com
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