La intensa actividad en centrales de carbón como las de HC dispara el gasto de derechos de emisión de CO2
07/09/2005
El carbón ha ganado este año protagonismo en la
producción eléctrica española, como ocurre cada vez que la falta de lluvias
recorta de manera sustancial el funcionamiento de las instalaciones
hidroeléctricas, que hasta el pasado mes de junio había sido un 38 por ciento
inferior al del primer semestre de 2004. Térmicas como las cuatro grandes
asturianas han tenido, en ese escenario, una intensa producción y altos
rendimientos. Pero esa actividad ha pasado también una factura nueva, la de
Kioto: centrales de la región como las dos que tiene Hidrocantábrico (Aboño y
Soto de Ribera) superaron la previsión de gasto de los derechos gratuitos de
emisión de CO2 (dióxido de carbono) que tienen asignados.
El actual es el primer año de aplicación de las medidas que en España y en el
resto de la Unión Europea se han puesto en marcha para limitar las emisiones
de gases de efecto invernadero, responsables del cambio climático. En una
primera fase (2005-2007), a la que seguirá desde 2008 otra más restrictiva,
instalaciones industriales como las eléctricas tienen concedidos unos derechos
de emisión máximos y, en el supuesto de que los superen, las empresas se verán
obligadas a comprar más, algo que deberán encarar todas las propietarias de
térmicas de carbón porque las asignaciones realizadas por el Ministerio de
Medio Ambiente no alcanzan para cubrir, sin gastos extraordinarios, toda la
actividad prevista. Es la situación en la que están ya al menos las centrales
de Aboño y Soto de Ribera.
Sobre cómo están las cuentas de las térmicas de Soto de la Barca (Unión Fenosa)
y Lada (Iberdrola) no ha trascendido información en detalle, si bien en medios
del sector eléctrico se considera que, muy probablemente, también esos equipos
hayan sobrepasado a estas alturas sus derechos de emisión. Según datos
divulgados por Energías de Portugal (EDP), propietaria de Hidrocantábrico (HC),
las centrales de Aboño y Ribera de Arriba ya tienen sobrecostes asociados a
Kioto. Durante el primer semestre de este año, el funcionamiento de ambas
instalaciones sumó la generación de seis millones de toneladas de CO2. Con ese
resultado, el consumo de derechos gratuitos de emisión excedió en 300.000
toneladas el gasto previsto de esas licencias. Para el conjunto del período
2005-2007, HC tiene asignados derechos para 34,7 millones de toneladas de
dióxido de carbono, cantidad en la que están comprendidos los correspondientes
a sus dos térmicas de carbón asturianas y al ciclo combinado (central de gas)
que el grupo tiene en Castejón (Navarra).
Hidrocantábrico ya ha realizado, además, una estimación del gasto que supondrá
compensar el exceso de emisiones con la adquisición de más derechos conforme a
las reglas que ha fijado la UE para el llamado «comercio de CO2». De acuerdo
con las mismas informaciones del accionista luso, HC ha realizado una
provisión de fondos para cubrir esa contingencia que alcanza los 8,5 millones
de euros, algo más de 1.400 millones de pesetas.
Ese primer balance provisional de Hidrocantábrico sobre las exigencias de
Kioto guarda relación, de forma singular, con el incremento de la producción
en Soto de Ribera, de un 30,9 por ciento respecto al primer semestre de 2004.
Aunque también intensa, la actividad de Aboño fue ligeramente inferior a la
registrada entre enero y junio del pasado año, presumiblemente debido a la
menor utilización de uno de los dos grupos generadores que forman el complejo
gijonés, que estuvo algún tiempo parado por reparaciones. En general, la
producción eléctrica de Hidrocantábrico creció un 7,1 por ciento interanual
hasta junio.
Fuente:
La Nueva España
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