El Estado diseña para la localidad leonesa la «Ciudad de la Energía», un proyecto de 311 millones que aglutina un centro de investigación sobre el almacenamiento de CO2 y un museo nacional
05/09/2005
Ponferrada ha iniciado ya su particular carrera para
colocarse al frente de la investigación energética en España. El espaldarazo
definitivo lo dará con la construcción de la esperada «Ciudad de la Energía», un
proyecto muy ambicioso de 311 millones de euros comprometido por el Gobierno de
José Luis Rodríguez Zapatero. Pese a que desde algunos sectores se es escéptico
sobre si este proyecto llegará a ejecutarse, ya se conocen las líneas maestras
de esa actuación, que se asienta en dos pilares. El primero es la construcción
de un centro de investigación avanzada sobre la combustión del carbón y el
almacenamiento de CO2para reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera,
que estará dirigido desde el Centro de Investigaciones Energéticas,
Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), dependiente del Ministerio de
Educación. El segundo, anunciado recientemente por Zapatero, es completar el
proyecto con un Museo estatal de la energía.
La primera fase del proyecto, de 90 millones de inversión, ya tiene ubicación.
El laboratorio de investigación avanzada ocupará parte de las antiguas
instalaciones térmicas de Compostilla I, en las que se invertirán 1,3 millones
de euros para reformar el edificio y adaptarlo a las necesidades de los
investigadores. El Ayuntamiento ofreció al Estado la totalidad de la instalación
para el proyecto, pero de momento sólo se necesitará una parte del edificio. La
segunda fase de la actuación, que se desarrolla con más retraso, podría tener
pronto ubicación. El empresario minero Victorino Alonso, propietario de MSP y
Uminsa, se ha mostrado partidario de donar al Estado las instalaciones de la
antigua central térmica de la Minero en Ponferrada para el futuro Museo nacional
de la energía.
Los investigadores del Ciemat trabajan ya a contrarreloj para que su proyecto
vea pronto la luz. Según confirmó a este diario uno de los responsables de la
actuación, Alberto Tallos, el Ciemat está preparando ya las instalaciones y los
despachos para iniciar oficialmente su actividad el próximo octubre, fecha en la
que el centro quiere tener ya preparadas las primeras actividades. El proyecto,
en el que trabajarán 125 personas, estará a pleno rendimiento en 2009, tanto el
laboratorio de investigación como la unidad de evaluación, dos de los centros
previstos por el Ciemat para Castilla y León.
Según los investigadores, será un proyecto abierto tanto para empresarios como
para otras comunidades autónomas. De momento, ya han confirmado su participación
varias empresas como Inerco Técnicas Reunidas, Endesa, Elcogás, Duro Felguera y
Cirle, además de las universidades de León y Castilla-La Mancha. No se descarta
que Asturias pueda incorporarse pronto a la lista de colaboradores. Aunque desde
el Ciemat no se han confirmado de momento contactos oficiales con Asturias, la
empresa minera Hunosa ya se ha pronunciado al respecto y ve con buenos ojos la
iniciativa, tal y como publicó anteayer este diario.
La idea del Ciemat encaja a la perfección con otro proyecto del Gobierno
central, que ya está buscando sitio para almacenar dióxido de carbono bajo
tierra como una de las soluciones para reducir las emisiones a la atmósfera de
gases de efecto invernadero.
El proyecto no parece complejo. Consiste en recoger el dióxido de carbono que
emiten las chimeneas de las centrales térmicas e inyectarlo bajo tierra a
suficiente presión para que se quede inerte. De prosperar esta iniciativa,
España podría resolver sus actuales problemas de emisiones, ya que actualmente
es el país que más se aleja de los compromisos del protocolo de Kioto, una
normativa creada para mitigar las emisiones responsables del cambio climático.
La tecnología no es nueva. En los pozos petrolíferos de Estados Unidos ya se
está empleando esta técnica, que el Ciemat ha estudiado a conciencia en sus
laboratorios hasta determinar que el dióxido de carbono puede captarse con
filtros, membranas y procedimientos físicos. La cuenta pendiente es buscar una
fórmula para abaratar los costes y facilitar la aplicación de esta técnica. El
Instituto Geológico y Minero (IGME) y el Instituto Nacional del Carbón se suman
ahora al proyecto para buscar dónde inyectar ese CO2 una vez transformado.
El proyecto no tiene detractores pero sí varios escépticos. El concejal de
Urbanismo y primer teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Ponferrada, Juan
Elicio Fierro Vidal, criticó el retraso en la ejecución de esta actuación y
reiteró a Zapatero la colaboración de su Ayuntamiento. «Lo que hay sobre la mesa
es un embrión inicial, muy lejos del primer compromiso», apuntó.
Fuente:
La Nueva España
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