TROPOSFERA ofrece desde 2010 una consultoría integral de medio ambiente.
Para ello cuenta con un equipo multidisciplinar de profesionales de la consultoría ambiental con más de 15 años de experiencia, tanto en el sector público como en el privado. En nuestro catálogo figuran, entre otros, los siguientes servicios:
Responsabilidad Ambiental ; Sistemas de Calidad ; Eficiencia Energética ; Medio Natural; AAI's ; Agendas 21 ; SIG
Mediciones de SO2, NOx, O3, COV's ... ; Modelos de dispersión (ISC, CALPUFF,...) ; Modelos Predictivos ; Meteorología; Olores ; Emisiones ; Huella de Carbono
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Según un estudio de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), uno de los impedimentos de una instrumentación coordinada en la prevención de la contaminación atmosférica es "la ausencia de un monitoreo sistemático de la calidad del aire en la ciudad de Buenos Aires, que cuenta sólo con un antecedente de red manual de monitoreo de calidad de aire operada desde 1971 hasta 1983 y la realización actual de mediciones en un área estratégica fija".
Para intentar paliar el problema, la Legislatura porteña sancionó en agosto del año pasado la ley 1356 para permitir el monitoreo de la calidad del aire y la vigilancia epidemiológica, el control de las emisiones de fuentes fijas (industrias y fábricas, entre otras) y móviles, e incentivar la utilización de tecnologías y combustibles menos contaminantes. Para que entre en vigor es necesaria la reglamentación, que se adeuda desde fines de abril último.
"La reglamentación resulta en este caso particularmente importante, ya que la propia norma delega en la autoridad de aplicación la realización de estudios de carácter técnico, sin los cuales no podrán ejecutarse programas ni actividades de control previstos", indicó Andrés Nápoli, de FARN.
El diputado porteño Juan Manuel Velasco (ARI), principal impulsor de la ley del aire, dijo: "Una vez más el Poder Ejecutivo incumple con un plazo establecido por ley, a pesar de haber tenido un plazo más que prudencial para hacer las consultas pertinentes".
La crisis económica, la falta de mantenimiento de los vehículos en uso y la caída en las ventas de automóviles nuevos producen un envejecimiento del parque automotor y una disminución en la eficiencia en la combustión de los motores, hecho que genera mayores emisiones.
Según las cifras de la Dirección de Estadísticas porteña, los automotores tienen, en promedio, una antigüedad de siete años.
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