La Comisión Europea (CE) estudia incluir al transporte aéreo en el sistema de comercio de emisiones de gases de efecto invernadero, mecanismo que comenzó a funcionar el 1 de enero de este año y con el que la UE trata de cumplir los compromisos adquiridos en Kioto para combatir el cambio climático.
31/07/2005
En virtud del comercio de emisiones, las empresas que consiguen rebajar sus emisiones por debajo de lo previsto pueden vender sus cuotas a otras que deban comprar derechos de emisión de gases contaminantes porque necesiten más tiempo para adaptar sus instalaciones al porcentaje que tengan asignado.
Un estudio publicado hoy, viernes, por el Ejecutivo comunitario, pone de relieve que la aviación "contribuye también al cambio climático global" y que esa influencia está aumentando, dado que el tráfico aéreo creció el pasado año un 14% en la UE y que la flota aérea mundial podría duplicarse de aquí a 2020.
Aunque el conjunto de las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyó en la UE un 5,5% entre 1990 y 2003, las emisiones de dióxido de carbono derivadas del transporte aéreo de los 25 crecieron un 73% en el mismo periodo.
Bruselas está analizando posibles medidas para mitigar ese problema, que podrían consistir en el establecimiento de un impuesto para los sectores de la aviación, la tasación del combustible y el comercio de emisiones, según el documento.
El estudio concluye que sería posible desde el punto de vista legal la inclusión de las emisiones derivadas de la aviación en el citado esquema, siempre y cuando las compañías aéreas sean tratadas por igual, con independencia de su nacionalidad.
Los países de la UE se comprometieron a reducir para 2012 las emisiones de gases de efecto invernadero en un 8% en relación a los niveles de 1990.
Asimismo, fijaron para 2010 la meta de que el 12% de la energía primaria sea de origen renovable.
Según los datos de la Comisión, el sistema de comercio de emisiones cubrirá a unas 12.000 instalaciones industriales en los 25 Estados de la UE.
Teniendo en cuenta que un vuelo de ida y vuelta entre Londres y Nueva York produce el mismo CO2 que un turismo europeo medio durante todo un año y que el tráfico aéreo ha aumentado casi un 70% entre 1990 y 2002, es necesario adoptar medidas para frenar este incremento, insiste la Comisión Europea.
Las conclusiones de este estudio y los resultados de una consulta entre particulares, empresas y Organizaciones No Gubernamentales (ONG) sobre cómo mitigar los efectos de la aviación sobre el cambio climático, publicados hoy, serán tenidos en cuenta para la elaboración de una estrategia comunitaria que se dará a conocer después del verano.
Fuente: Terra Actualidad
Troposfera.org declina cualquier responsabilidad sobre el contenido de las noticias que reproduce de otras fuentes, las cuales, por supuesto, son siempre citadas.
No obstante, todo comentario que se quiera hacer llegar sobre las mismas, es siempre bien recibido.
TROPOSFERA ofrece desde 2010 una consultoría integral de medio ambiente.