El comisario europeo Stavros Dimas anunció también que en 2007 la Comisión tiene pensado presentar una comunicación sobre el estado de aplicación de la legislación medioambiental de la UE.

'El Parlamento Europeo, y en particular esta comisión, han contribuido sustancialmente a la política comunitaria medioambiental', concedió, para recordar que el año que viene pasará por sus manos un asunto muy importante: la directiva sobre calidad del aire, que hace unas semanas pasó su primer trámite parlamentario y que mañana será evaluada por los ministros de Medio Ambiente de la UE.

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'Cerca de 350.000 personas mueren cada año en Europa como consecuencia de la contaminación atmosférica', recordó.

La norma, para el comisario, se presenta como el mejor instrumento para evitarlo. Aunque, según explicó, Bruselas promoverá nuevas iniciativas a escala comunitaria para reducir las emisiones procedentes de los vehículos, de la industria y de la agricultura, 'esto no servirá de nada si la directiva sobre calidad del aire no garantiza niveles [máximos de concentración de partículas dañinas para el hombre] suficientemente ambiciosos para el aire que respiramos'. Para las partículas PM 2,5, denominadas así por la longitud de su diámetro, en micras, el comisario pidió que el umbral que se establezca sea obligatorio, por ser las más dañinas; en el Consejo hay precisamente divergencias por esta cuestión.

Un grupo de países, entre los que se encuentra Holanda, ya han advertido de que no serán capaces de cumplir con parámetros muy estrictos. Según esto, aunque mantienen que haya dos fases -una de transición, en la que no exista obligatoriedad, y otra en la que sí-, la obligatoriedad se extendería en vez de a partir de 2010, fijándose como parámetro los 25 microgramos/m3, de 2015. A falta de una primera lectura en el Parlamento Europeo, que ha decidido postergarla hasta su sesión de septiembre, con vistas a que la Presidencia finlandesa retome el dosier más activamente, los ministros tampoco aspiran a acordar en Luxemburgo un 'enfoque general', más pragmático.

El valor de 25 microgramos/m3 para los dos periodos supondría una concesión a las demandas de Francia en el marco del Consejo. Sobre este punto habría concordancia con lo propuesto por la comisión de Medio Ambiente al Pleno; aunque, a cambio de una flexibilidad mayor ofrecida a los Estados miembros a la hora de transponer la norma a sus respectivas legislaciones. En concreto, a aquéllos que puedan identificar en sus planes nacionales los obstáculos y prever medidas, se les concederán cinco años extra. El comisario Dimas opinó que estos cinco años 'deben ser contemplados como el tope máximo'. 'La flexibilidad debe estar bien acotada', advirtió.

Cambio climático

El escenario, la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo. El contexto, el anuncio por parte del comisario europeo Stavros Dimas de las prioridades políticas de la UE en materia de medio ambiente para 2007. El hito, la aceptación de los peligros del cambio climático. El reto, apostar por la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías energéticas alejadas del petróleo, en las que el hidrógeno jugará un papel fundamental. Invertir en los países en vías de desarrollo para que se desarrollen acogiéndose a las energías renovables, revisar el sistema de comercio de emisiones de dióxido de carbono (CO2), incluyendo como novedad las del sector de la aviación, evaluar el cumplimiento de las directivas sobre aves y hábitats y mejorar la calidad del aire de la Unión serán sólo algunos de los asuntos que marquen la actualidad el próximo año.

El comisario Stavros Dimas cree firmemente que la búsqueda de la solución al cambio climático pasa por las nuevas tecnologías que virtualmente no contaminan. Es necesario que se dé un cambio radical en la inversión por parte del sector privado y en la gestión de los recursos y la producción de gas carbónico, asegura el responsable de Medio Ambiente, y, de hecho, muchas empresas ya están empezando a variar su postura respecto al cambio climático. Por ello, dice, los líderes políticos deben trabajar para poner en marcha un programa masivo en esta dirección, sobre todo en el próximo año, que es cuando concluye la primera etapa del sistema de comercio de emisiones.

Las negociaciones en la esfera internacional, lideradas por la Comisión Europea en nombre de los Veinticinco, obligarán a mantener nuevas reuniones que fijen las acciones futuras para afrontar el cambio climático más allá de 2012, cuando expira el Protocolo de Kioto. Las asignaciones para la segunda fase 2008-2012 del esquema de comercio europeo de derechos de emisión todavía están siendo ajustadas por los socios. Y, aunque durante la primera etapa, según Dimas, se ha demostrado que el sistema funciona incluso dándose turbulencias en el mercado, 'lo hará mejor en el futuro', ya que ahora se cuenta con datos de gran fiabilidad e independencia sobre el nivel actual de emisiones.

'Los datos nos servirán de base para evaluar los nuevos planes nacionales. Nuestra labor será asegurarnos de que los Estados miembros se encuentran en la buena dirección para cumplir con sus propios compromisos de emisiones', explicó. Para Dimas, los Estados miembros deben intensificar sus esfuerzos para aplicar las numerosas medidas acordadas en los últimos años por la UE para luchar contra el cambio climático. Con los nuevos planes nacionales de asignación, que deben presentarse a finales de este mes, los socios comunitarios tienen una 'oportunidad excelente' para invertir las tendencias insostenibles de las emisiones y garantizar la consecución de sus objetivos de Kioto.

Lo más importante es que los nuevos planes sean lo suficientemente estrictos como para garantizar el cumplimiento de Kioto. Los Gobiernos de la UE han tardado en aplicar sus medidas y deben redoblar sus esfuerzos. Según los últimos datos de Bruselas, las emisiones de gases de efecto invernadero de los antiguos Quince aumentaron un 0,3% entre 2003 y 2004. A pesar de ese incremento, las emisiones de la EU-15 fueron un 0,9% inferiores a las del año de referencia (en general 1990). Los planes establecen un límite a las emisiones totales de sectores de gran consumo energético responsables de prácticamente la mitad de las emisiones de CO2 de la Unión.

Por otra parte, determinarán la cantidad de créditos de emisión que los Estados miembros pretenden obtener de proyectos de disminución de emisiones en terceros países. A partir de ahí, Bruselas dispone de tres meses para aprobarlos o pedir que se modifiquen. Dimas recordó también a los eurodiputados que les informará tanto a ellos como al Consejo, a lo largo de 2007, de cualquier posible cambio legislativo que se prevea en la revisión del futuro esquema de emisiones, y que una nueva propuesta para integrar en éste al sector de la aviación será presentada a finales de este año. 'Me alegro de que la comisión de Medio Ambiente me apoye en esto', señaló.

Otras medidas, apuntó el comisario, contribuirán a su vez a luchar contra el cambio climático; por ejemplo, el desarrollo de tecnologías avanzadas de combustión limpia de carbón, captura y almacenamiento de CO2, lo que se podría potenciar de cara a futuras inversiones. Por último, en cuanto a emisiones, Stavros Dimas se refirió a la creación de un Fondo Global para Energías Renovables, que propondrá este año al colegio de comisarios, para animar a los países en vías de desarrollo a saltarse las viejas tecnologías e ir directamente a la nueva generación, que les permita tener altos niveles de vida sin crear toda la polución que se genera en Occidente.

El comisario griego también destacó que la pérdida de biodiversidad es al mismo tiempo resultado y contribución del cambio climático. Existen ya unas normas comunitarias que, cuando sean puestas en marcha al cien por cien por los Estados miembros, conseguirán cumplir con los objetivos que la UE se ha fijado en este capítulo para 2010. El que los Gobiernos cumplan fue la demanda principal de la Comisión en una comunicación que publicó el mes pasado, y continúa siendo una de sus prioridades en la agenda política, 'sobre todo desde que tenemos diez nuevos Estados miembros que se encuentran en pleno procedimiento de transposición del programa NATURA 2000', explicó Dimas.

Sin embargo, el responsable de Medio Ambiente reconoció que el marco legislativo todavía se puede mejorar, pero para saber dónde y en qué puntos, la Comisión ha pedido, por ejemplo, a los socios de la UE que presenten informes acerca del estado de la implementación de las directivas que buscan la preservación de aves y hábitats. Dichos informes, que se entregarán en 2007 y ofrecerán gran cantidad de información científica para conocer de qué manera está funcionando la red, servirán a Bruselas para proceder a la revisión de las directivas en 2010 y ver los progresos dados por cada uno de los países. 'Elaboraremos documentos técnicos adicionales, si resultara necesario', señaló.

Por Minerva Blanco Serrano (Aquí Europa).

Fuente: Fundación Entorno

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