Ojos rojos, moqueo, estornudos y, en el peor de los casos, tos, pitidos para respirar y ahogos: la alergia. Esta primavera, tras un buen año de lluvias, ha llegado con toda su fuerza.

En los primeros meses del año, los alergólogos habían pronosticado una "primavera intensa" para las personas sensibles al polen de gramíneas. El vaticinio resultó certero. "Se está cumpliendo al cien por cien", asegura Javier Subiza, coordinador del comité de aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).

Publicidad

Según sus datos, las concentraciones de polen en el aire son entre dos y cuatro veces mayores que las registradas el año pasado. En algunas zonas, especialmente al sur del país, son aún mayores. En Sevilla se han reportado concentraciones de alrededor de 500 granos de polen por metro cúbico de aire. En Badajoz, Ciudad Real y Toledo se registran unos 300. Ninguna de estas localidades registró más de 100 granos por metro cúbico el año pasado, ni siquiera en los días de mayor concentración. En Madrid, las últimas mediciones arrojan concentraciones cercanas a los 150 granos por metro cúbico. Bastan 50 para activar reacciones alérgicas en la totalidad de las personas sensibles a las gramíneas.

Las consultas y atenciones hospitalarias han aumentado en concordancia con las mediciones. Si bien no se dispone aún de cifras, los alergólogos aseguran estar trabajando a tope. "En mi caso, el número de pacientes se ha duplicado en este periodo, y mis colegas me dicen lo mismo. Se siente el incremento de la presión asistencial", asegura Subiza.

"Estamos en el momento de máxima actividad", coincide el especialista del servicio de Alergología del hospital Gregorio Marañón de Madrid, Roberto Pelta. "Es la época de las gramíneas, y también del olivo", apunta. "A los hospitales nos llegan los casos más graves, las crisis asmáticas", indica Pelta.

Fue lo que le pasó a Luis Artenero, de 29 años, hace una semana. "Estaba con unos amigos en un parque y empecé a ahogarme. Siempre había tenido alergia, pero ningún año había sido tan fuerte. Con los antihistamínicos la controlaba bastante bien. Pero ese día no los tomé, porque era fin de semana y había quedado para tomar unas cervezas", explica. Artenero acabó en una clínica privada de Madrid, donde le diagnosticaron una crisis asmática. "Me dieron corticoides, pero ahora estoy asustado. No me atrevo a salir al parque por si me repite", decía el viernes pasado, mientras decidía si quedaba con sus amigos como siempre o buscaba un plan "en un espacio cerrado".

El caso de Artenero no es raro en las urgencias de los hospitales estos días, admite Pelta, y se nota más porque el año pasado hubo una concentración anormalmente baja de pólenes. Se estima que el periodo álgido terminará a mediados de junio, aunque en las provincias situadas más al norte quizá dure un poco más.

El viernes, la web de la Sociedad Española de Alergología recogía valores de polen de olivo 40 veces por encima de lo normal en Jaén (8.000 granos por metro cúbico frente a 200 que se considera el máximo saludable). El miércoles se pasó de los 10.000. Esta provincia es la que más sufre por las alergias al polen del olivo. Esta semana se han disparado las atenciones en el servicio de urgencias del hospital de Jaén, que han aumentado en torno a un 20%. La mayoría se deben a crisis asmáticas, aunque también hay casos de conjuntivitis y dermatitis, y la mayor parte de los pacientes son niños y jóvenes, que es la población más sensible.

Las condiciones climáticas de este año, con notables precipitaciones y abundante floración, han disparado los casos en una provincia donde cerca del 25% de sus 600.000 habitantes padece algún tipo de alergia, el 70% de ellos al polen del olivo.

Aunque es un tema que se repite cada primavera, cada año aparecen nuevos alérgicos. "Nuestro sistema inmune ha mejorado en la lucha contra las enfermedades infecciosas, y ahora es más propenso a las alergias", asegura Joaquín Quiralte, jefe del servicio de Alergología del hospital de Jaén. Otros investigadores atribuyen el aumento a los productos químicos empleados con el olivar, informa Ginés Donaire.

Ante la avalancha, los médicos recomiendan a los alérgicos seguir tomando su medicación, alejarse lo más posible de las fuentes de polen y cuidarse en los días de mayor concentración. "Si sienten molestias en los ojos, que usen gafas de sol; que eviten las horas del amanecer y el atardecer, cuando refresca y el aire frío baja y arrastra el polen. Conviene rociar las habitaciones por la noche con un pulverizador, para que la humedad haga que el polen se deposite. Y cuanto antes se haga el diagnóstico y se empiece a tomar medicación, mejor", dice Pelta. La web www.polenes.com ofrece informes diarios de la cantidad de polen de distintas variedades.

Fuente: El País

Troposfera.org declina cualquier responsabilidad sobre el contenido de las noticias que reproduce de otras fuentes, las cuales, por supuesto, son siempre citadas. No obstante, todo comentario que se quiera hacer llegar sobre las mismas, es siempre bien recibido.

Imprimir

Volver

Troposfera.org declina cualquier responsabilidad sobre el contenido de la información extraída de otras fuentes, las cuales son siempre citadas. Así mismo, su publicación no pretende reflejar la postura u opinión de Troposfera.org sobre el tema tratado.