El ozono troposférico es un problema generalizado en la mayoría de los países del sur de Europa y se está extendiendo al centro y norte del continente, a medida que aumentan las temperaturas en época estival.

Más de 100 expertos de 25 países europeos se han reunido en un taller para apoyar a los Estados miembro de la Unión Europea en la implementación de la política de calidad del aire relacionada con el ozono troposférico, uno de los principales contaminantes atmosféricos. Las jornadas, que concluyen hoy en Madrid, han sido organizadas por el Ministerio para la Transición Ecológica, el Ministerio de Transición Ecológica y Solidaria de Francia, el Instituto Nacional de Medio Ambiente Industrial y de Riesgos (INERIS), también francés, y la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea.

El encuentro, en el que participan representantes de administraciones y organismos públicos, colectivos de la sociedad civil y miembros de la comunidad científica, ha analizado la situación del ozono troposférico en el continente europeo y ha permitido que los asistentes compartan nuevas estrategias e ideas para reducir los niveles de este contaminante en la atmósfera.

Entre los ponentes, el encuentro ha contado con expertos de instituciones como la Comisión Europea, la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA) o el Convenio sobre la contaminación atmosférica transfronteriza a gran distancia (CLRTAP), además de con representantes de un amplio abanico de países europeos como Francia, Bélgica, Italia, Luxemburgo, Portugal, Andorra, además de España.

Poner en marcha medidas para atajar las superaciones de los valores objetivo de ozono troposférico en el aire ambiente es especialmente complejo al tratarse de un contaminante secundario, que se forma por la reacción en la atmósfera de contaminantes primarios, como los óxidos de nitrógeno y los compuestos volátiles, que son emitidos directamente por fuentes contaminantes. Se trata, además, de un contaminante muy condicionado por circunstancias regionales y locales como la orografía y la meteorología.

El ozono troposférico es un problema generalizado en la mayoría de los países del sur de Europa, especialmente durante el verano, por las altas temperaturas y el gran número de horas de sol al que se exponen. Sin embargo en los últimos años los datos de evaluación de calidad del aire muestran que, fomentado por el aumento generalizado de las temperaturas en la época estival, este problema afecta a países del centro y norte de Europa.

En el caso de España, se trata de uno de los principales problemas de calidad del aire. El último informe elaborado por MITECO muestra que, en el año 2017, el valor objetivo de ozono (O3) para la protección de la salud se sobrepasó en 36 de las 126 zonas donde se evaluó. En el caso del valor objetivo de ozono (O3) para la protección de la vegetación, de las 95 zonas donde se evaluó este contaminante en 2017, en 55 de ellas se registraron valores por encima del valor objetivo.

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