El norte de California, tras siete años de sequía, trata de hacer frente al ya bautizado como «camp fire», el más destructivo en la historia de este estado. El fuego deja ya al menos 25 fallecidos. Según los últimos datos de AFP, dos nuevos cuerpos han sido hallados en el interior de un vehículo.

Este incendio que se convierte así en el tercero más mortífero, con más de 100 desaparecidos y miles de evacuados. El sheriff del condado californiano de Butte, Kory Honea, informaba en las últimas horas, como recoge Efe, del hallazgo de 14 nuevos cuerpos, diez de ellos en Paradise, una ciudad de unos 26.000 habitantes, que se suman a los nueve muertos por las llamas confirmados con anterioridad. En total, en esta población se han hecho oficiales, según AFP, 19 fallecimientos. Además, se han incendiado unos 6.700 edificios, en su mayoría viviendas.

A nivel medioambiental los datos son también devastadores. Según las últimas estimaciones del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios del estado, Calfire, el incendio ha arrasado unas 42.500 hectáreas y se encuentra contenido en un 20 %.

El «camp fire» fue declarado en la mañana del jueves en las faldas de la Sierra Nevada estadounidense y avanzó a gran velocidad hasta engullir por completo Paradise, a 140 kilómetros de distancia de la capital de California, Sacramento, y a unos 280 kilómetros del área de la Bahía de San Francisco. Las mejores condiciones meteorológicas de este sábado, cuando el viento no sopló con la extrema intensidad de las dos jornadas anteriores, han concedido una breve tregua a los bomberos en la lucha contra la conflagración, pero las predicciones apuntan a que en las próximas horas regresarán las condiciones adversas.

En paralelo a este fuego, se desató otro gran incendio en el sur del estado, cerca de Los Ángeles, que mantiene evacuadas las poblaciones de Malibú, Calabasas y Thousand Oaks.

«El incendio está ahora mismo fuera de control y se está dirigiendo a zonas pobladas. Todos los residentes deben evacuar inmediatamente», informa ayuntamiento de Malibú en un comunicado mientras las llamas, que comenzaron el jueves, atravesaban las colinas de Santa Mónica, cortando la superautopista 101, una de las principales arterias entre el norte y el sur del estado.

Trump culpa a las políticas del gobierno de California

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha responsabilizado de los incendios a la «vergonzosa gestión» de los servicios forestales, a los que ha amenazado con retirarles las partidas federales, como informa Europa Press.

«No hay razón para que existan estos incendios forestales tan masivos, tan letales y tan costosos excepto que la gestión de los servicios forestales es muy pobre», ha escrito el mandatario en su cuenta de Twitter.

«Se están desperdiciando cada año miles de millones de dólares con tantas vidas perdidas, y todo por la vergonzosa mala gestión de los bosques. ¡Remediadlo ahora o se acabaron las partidas federales!», ha añadido.

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