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Un informe de Ecologistas en Acción con datos del Principado destaca la superación de los límites de partículas en suspensión impuestos por la UE.
Según un informe elaborado por Ecologistas en Acción a partir de los datos que maneja el Principado correspondientes a 2005, tanto en Langreo como en Mieres se superaron los límites de contaminación fijados por la Unión Europea (UE) para la protección de la salud de los habitantes.
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El principal problema de las ciudades de las Cuencas son las partículas en suspensión, que proceden principalmente de la combustión de minerales fósiles, de la industria extractiva y sus escombreras y del polvo del suelo. En dos de las tres estaciones automáticas de medición de Langreo (Meriñán y Sama) y en la estación de Mieres se superaron durante 2005 tanto los límites diarios como los límites anuales de protección de la salud que fija la UE para las partículas en suspensión de menos de 10 micras. El valor límite diario es de 50 microgramos de partículas por cada metro cúbico de aire normalizado y ese registro sólo se puede superar 35 veces al año. Sin embargo, en la estación de Meriñán se superó el límite diario 250 veces, en Sama 190 veces y en Mieres 98 veces, según el informe de Ecologistas en Acción a partir de los datos del Principado de 2005.
En cuanto a los valores límite anuales de partículas en suspensión, el límite de protección de la salud es de una media de 40 microgramos de partículas por cada metro cúbico de aire normalizado. En la estación de Meriñán la media anual fue de 61 microgramos, en la de Sama de 57 microgramos y en la Mieres de 46 microgramos, por encima del valor límite impuesto por la UE. Incluso a bajas concentraciones, las partículas en suspensión pueden crear problemas respiratorios en los seres humanos y aumentar las crisis asmáticas.
Con respecto a otros contaminantes como el óxido de nitrógeno (NO2), durante el pasado año se superaron en todas las estaciones automáticas de control del Principado en Langreo y Mieres los límites anuales de protección de la vegetación, no así los de protección de la salud humana.
Fuente: La Nueva España
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