De acuerdo con los datos del trabajo, que se publica en Environmental Pollution, la Ciudad Condal registró, en esa década, un mínimo de dos muertes por causa respiratoria al día y un máximo de 49, cifras notablemente superiores a las del resto del país.

La siguen, en este ranking, Madrid con nueve muertes diarias de media atribuibles a patología respiratoria (en este caso solo se analiza el área metropolitana); Sevilla y Oviedo, con cuatro ambas.

Según ha apuntado a Redacción Médica el autor de la investigación, Julio Díaz, jefe del Departamento de Epidemiología de la Escuela Nacional de Sanidad, 651 muertes anuales, en el periodo estudiado, se relacionan con el aparato respiratorio y 556, con alteraciones cardiovasculares.

Si se tienen en cuenta toda clase de complicaciones atribuibles a las partículas contaminantes de la atmósfera, puede decirse que, a lo largo de diez años, se han producido 26.830 fallecimientos, tal como ha ratificado Díaz a este periódico.

Bajar los límites permitidos por la OMS, recomendación de los autores

Los autores del trabajo dejan claro que, en un 90 por ciento los casos, la muerte de una persona relacionada con la contaminación ambiental se produce en el contexto de una ciudad con niveles que no rebasan los límites de partículas tóxicas prefijados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por eso, al final del artículo, concluyen que estos baremos deber revisarse al alza.

La institución recomienda, en concreto, que no se superen los 50 microgramos de partículas contaminantes por metro cúbico de aire como promedio a lo largo de un día. De acuerdo con las tablas del estudio, Madrid, por ejemplo, solo rebasó ese límite el 13,5 por ciento de los días comprendidos entre 2000 y 2009; y Córdoba, el 40 por ciento, y Oviedo, el 44 por ciento.

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