Repsol estrena una planta, que ha costado 3,5 millones de euros, para reducir los malos olores que se generan con la producción de estireno.

Hace años que las localidades cercanas al polígono petroquímico de Tarragona, con Perafort, El Morell y La Pobla de Mafumet al frente, venían denunciando que sus vecinos tenían que soportar reiteradamente malos olores. No habían dudado en señalar a la planta de Repsol-Química como el origen principal de las pestilencias. Incluso se habían identificado los productos químicos que provocaban las molestias a la ciudadanía.

Ayer, la multinacional petrolera presentó una nueva planta, con una inversión de 3,5 millones de euros, que reducirá sustancialmente los malos olores provocados, sobre todo, durante el proceso de fabricación del estireno, el producto que más quejas ha motivado.

En la zona destacan que se ha notado ya una reducción notable de las pestilencias, pues la denominada unidad de oxidación catalítica está en fase de pruebas desde hace dos semanas. "Todos hemos sufrido los malos olores producidos por el estireno, que ahora se han reducido en un 85%", sostiene el alcalde de El Morell, Pere Guinovart, no sin antes destacar que esta medida correctora se debería haber introducido mucho antes. Las localidades cercanas a la petroquímica recuerdan que Repsol YPF empezó a producir estireno en el 2000, hace seis años.

El nuevo sistema, que trata con calor los gases antes de que se emitan fuera de la planta, permitirá eliminar el 95% de los compuestos volátiles e incidir así en aquellos que provocan los malos olores, según fuentes de la propia compañía. "Nuestros vecinos notarán una reducción perceptible del olor", subrayó el director de Repsol-Química en Tarragona, César Meler.

También permitirá reducir los gases contaminantes que se emiten a la atmósfera y dañan la capa de ozono. La nueva planta tratará exclusivamente los gases de las plantas de óxido de propileno y estireno, lo que permitirá un cambio sustancial, si se tiene en cuenta que Repsol YPF produce cada año 340.000 toneladas de estireno. Pero vecinos de la zona, que de tanto convivir con las químicas se han especializado en compuestos y complejos procesos de producción, recuerdan que, además del estireno, se ha identificado el butadieno y el gas sulfhídrico, que también produce Repsol-Química, como otros dos elementos causantes de malos olores. La compañía ha mantenido ya contactos con los municipios afectados para buscar soluciones.

En El Morell, Perafort, la Pobla de Mafumet o el barrio de Sant Salvador de Tarragona saben bien que la voluntad cambiante de los vientos es la que decidía hasta ahora si tendrían que soportar o no ese día el hedor provocado por el estireno.

Los malos olores se han convertido periódicamente en motivo de enfrentamientos y reuniones entre ayuntamientos, sindicatos y la propia Asociación Empresarial Química de Tarragona (AEQT), que forman el denominado Pacte de Progrés. Se puso en marcha incluso un plan para detectar episodios de pestilencias en la industria química y se encargó a la Universitat Rovira i Virgili la elaboración de una nariz electrónica que fuera capaz de detectar el origen de los malos olores, proyecto que quedó paralizado.

 Fuente: La Vanguardia

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