En rueda de prensa, el primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, ha expresado que estos resultados demuestran que entre la ciudadanía hay un consenso de que hay un problema en la ciudad y que se está ante una "situación de emergencia climática muy importante".

Pisarello ha indicado que la contaminación "preocupa a más del 80% de los barceloneses" y es visto como un problema de salud pública, y ha recordado que para el gobierno municipal la mejora de la calidad del aire es un reto de mandato.

El Barómetro recoge que un 71,8% de barceloneses están de acuerdo con potenciar el uso compartido de coches y el 71,5% en poner límites a la circulación de vehículos en algunas zonas de la ciudad.

Asimismo, el 66,5% están de acuerdo en que cuando la contaminación sea muy alta solo se deje circular a los coches que contaminan poco -los que tienen la etiqueta verde o azul de la Dirección General de Tráfico (DGT)--, si bien la mayoría (81,1%) descarta aplicar incrementos del precio del aparcamiento en zonas azules y verdes.

Para el comisionado de Ecología, Frederic Ximeno, los resultados del Barómetro suponen un "impulso" a las políticas municipales que se quieren llevar a cabo contra la contaminación y obligan a actuar desde el consistorio.

Barcelona, a partir del segundo semestre de 2017, limitará la circulación de vehículos que contaminan mucho en episodios de alta contaminación, una medida que el consistorio quiere generalizar a partir de 2020, ha recordado Ximeno.

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