El área municipal de Medio Ambiente prepara acciones de control de la calidad del aire que se respira en la ciudad. El departamento que encabeza María García ha puesto el foco en la red de vigilancia de las condiciones ambientales, en la gestión de los malos olores y en un plan estratégico a través del cual se puedan tratar, mejorar o corregir las cualidades que presenta el aire de A Coruña.

Para profundizar en estos terrenos medioambientales el Ayuntamiento va a sacar a licitación la contratación de dos asistencias técnicas para actualizar planes de gestión o desarrollar nuevas estrategias y el suministro de un analizador de monóxido de carbono (CO).

Con el contrato para disponer de un analizador automático de CO certificado el Gobierno local pretende adaptar la red de vigilancia de la calidad del aire de la ciudad para cumplir todos los requisitos de la normativa ambiental vigente y afianzar los métodos de evaluación de sus condiciones. El equipamiento deberá poseer sistemas de conexión y comunicación compatibles con los sistemas de adquisición de datos de la red de vigilancia de la calidad del aire del municipio. El presupuesto de licitación es de 14.000 euros y el equipo analizador estará localizado en la estación de Santa Margarita.

El Concello prevé también poner al día el plan de gestión de olores molestos emitidos al exterior del año 2015, para lo que ha licitado la contratación de una asistencia técnica por un importe de 15.000 euros. Medio Ambiente entiende que la actualización de este plan responde a los objetivos de determinar la influencia actual de los focos, conocer las actuaciones de respuesta y disponer de información para atender las quejas vecinales.

El ámbito de estudio de la puesta al día que determine la asistencia abarca la totalidad del término municipal, incluidas las zonas rurales y las áreas de protección especial. El adjudicatario deberá, entre otras tareas, reunir datos sobre los focos de emisión de malos olores, revisar el estado de ejecución de planes de acción individualizados, realizar muestreos olfatométricos y formar a personal en trabajos de inspección específicos.

El tercer proyecto es más ambicioso y global, ya que tiene la finalidad de que el Ayuntamiento aborde la gestión municipal del aire en clave estratégica. La contratación de la asistencia que sirva para desarrollar e implantar esta línea general de acción para mejorar la calidad del aire y corregir los problemas producidos en la ciudad tiene un presupuesto de 20.000 euros.

El plan estratégico comprenderá una actualización del inventario de focos emisores a la atmósfera y un estudio de su dispersión, una localización de puntos de control y monitorización fijos y objetivos y programas de actuación.

El Concello quiere con esta estrategia controlar a diario la información necesaria para gestionar las condiciones ambientales de la ciudad, para lo que precisa de objetivos concretos, protocolos de actuación y coordinación entre varios departamentos municipales y regular la protección del medio ambiente atmosférico.

La ciudad tiene tres estaciones automáticas de medición de los valores de la calidad del aire situadas en el parque de Santa Margarita, San Pedro de Visma y plaza de Pablo Iglesias.

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