Reducir las concentraciones de dos contaminantes en el aire, el ozono y las partículas finas a niveles por debajo de los recomendados por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) podría salvar miles de vidas cada año, resultaría en un fuerte descenso de enfermedades graves y reduciría drásticamente los días perdidos en el trabajo y el colegio, de acuerdo a un nuevo análisis dirigido por la Sociedad Torácica Americana (ATS) y el Instituto Marron de Gestión Urbanística de la Universidad de Nueva York.

En estimación del exceso de morbilidad y mortalidad causadas por los niveles de contaminación ambiental superiores a las recomendaciones de la ATS, 2011-2013, publicado en la edición online de agosto de Annals of the American Thoracic Society, los investigadores informan sobre los beneficios anuales que se reportarían siendo más protectores con los niveles recomendados.

Han descubierto que respetando el nivel de 0.060 partes por millón cada ocho horas para el ozono, en lugar de los 0.070 que aconseja la EPA, y el nivel anual de 11 microgramos por centímetro cúbico para las partículas finas, en lugar de los 12 que la EPA recomienda, cada año se salvarían 9.320 vidas, se reducirían morbilidades como ataques al corazón, ingresos hospitalarios y visitas a la sala de urgencias en 21.400 personas; y decrecerían los días de impacto adverso, durante los cuales las personas están incapacitadas para trabajar, ir al colegio o realizar actividad física a causa de diversos problemas respiratorios.

"Mientras que hay información disponible sobre condados de EEUU en los que se exceden los niveles de contaminación de la EPA, no hay una búsqueda de información similar sobre cuánta de esa contaminación afecta a la salud de las personas que viven en dichas áreas", ha comentado Kevin Cromar, principal autor del estudio, director del Programa de Calidad del Aire del Instituto Marron de Gestión Urbanística y profesor de salud de la población y medicina ambiental en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York.

Seis contaminantes para analizar

Las recomendaciones de la ATS para el ozono y las partículas finas se basan en las valoraciones de estudios internacionales epidemiológicos y de exposición de animales y humanos.

La EPA establece sus niveles para los seis contaminantes principales para cumplir con sus obligaciones con la Ley de Aire Limpio con el fin de proteger la salud de los americanos, incluidos los grupos vulnerable, manteniendo un margen de seguridad adecuado. Además del ozono y las partículas finas, los otros contaminantes son plomo, monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno y dióxido de sulfuro.

Cromar ha asegurado que la mayoría de estudios solo habían tenido en cuenta a uno de los contaminantes. Incluyendo a los dos más importantes en el análisis, el nuevo estudio "ofrece a los legisladores y a los gestores de calidad del aire una imagen más clara sobre qué es lo que está pasando".

Los investigadores han usado el mismo software que la EPA para proceder al análisis regulatorio del coste-beneficio para estimar las ganancias en salud de unos niveles más restrictivos de ozono y partículas finas. Los datos introducidos en el programa fueron obtenidos del censo, 19 estudios de diferentes ciudades de Estados Unidos que han evaluado el impacto en la salud de los dos contaminantes y de una red de monitores de la EPA que son utilizados para determinar si los estados y los condados están cumpliendo con los niveles de calidad del aire.

Los autores han enfatizado que sus hallazgos no son específicamente válidos para la salud individual o los beneficios personales de conservar un aire más limpio, sino más bien una forma de evaluar el nivel de impacto en la salud de la población. Las áreas metropolitanas de más población y elevadas concentraciones de uno o ambos contaminantes, escriben, podrían alcanzar las mejoras más amplias en salud pública si se cumplieran los niveles establecidos.

La ATS y el Instituto Marron esperan actualizar el informe anualmente. El informe y una herramienta online con información se puede encontrar en www.healthoftheair.org.

Leer noticia en fuente original: correofarmaceutico.com