Esta cantidad es parte de una suma superior que se espera que alcance los 1 .400 millones de dólares para financiar proyectos “verdes” en los próximos seis años. A ese monto se sumarán 500 millones del banco local Hua Xia y otros 400 millones de otros prestamistas.

China sufre de alarmante polución del aire y es la nación que lidera las emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono. Un 70% de su electricidad proviene de la generación con carbón, muy contaminante. Es por ello que busca reducir su dependencia de los combustibles fósiles mediante el aumento de la proporción de energía nuclear, hidráulica, energía eólica y solar, con el objetivo de reducir las emisiones de los principales contaminantes en el sector de energía en un 60% en 2020.

El dinero ayudará a las empresas de Pekín y áreas vecinas que están tomando medidas para hacer frente a la contaminación del aire en virtud de un plan de prevención y control adoptadas por el gabinete nacional, el Consejo de Estado, tales como reducir el consumo de carbón y reducir las emisiones.

Pekín se encuentra con frecuencia en la parte superior de la lista de las ciudades más contaminadas de China como emisiones de los vehículos y la industria pesada se combinan con las condiciones climáticas para elevar los niveles de smog, la neblina que se produce por la contaminación.

Para la ciudad y sus alrededores, el Gobierno se ha fijado como objetivo para 2020 reducir la contaminación en un 40% desde los niveles de 2013.

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