En España hay en funcionamiento unas 200 centrales térmicas, con una potencia total instalada de más de 27.000 MW, y prácticamente todas son propiedad de las grandes compañías eléctricas: Viesgo, Endesa, Gas Natural Fenosa, Iberdrola y EDP.

El futuro que se les avecina no se presenta muy halagüeño y por eso, el año pasado advirtieron al Gobierno que se iban a ver obligadas a cerrar sus centrales si no se aprobaba un plan a largo plazo para rentabilizar las ingentes inversiones que les pedía la Unión Europea. Por eso, se creó un nuevo incentivo a la inversión para la mejora medioambiental en desnitrificación de instalaciones de producción de electricidad a partir de carbón autóctono, lo que constituye un incentivo a su consumo y la viabilidad económica para las centrales térmicas, aunque en la actualidad casi todas las centrales térmicas consumen carbón nacional.

Según el borrador de la orden ministerial, se trataría de restituir el 100% de las inversiones (esencialmente las de desnitrificación o reducción de emisiones de óxido nitrógeno a las que obliga la normativa europea a las centrales que quieran seguir en funcionamiento más allá de su vida útil) siempre que éstas quemen carbón autóctono. Los pagos se desembolsarían en función del combustible adquirido.

De esta manera, las centrales térmicas pueden adoptar soluciones que les permita cumplir con la nueva reforma en materia medioambiental, minimizando la inversión y los costes necesarios, y les permite alargar su vida útil. Para aquellas que no ejecuten estas actuaciones, desde el pasado 1 de enero de 2016 el funcionamiento de la instalación ha debido de reducirse hasta las 1.500 horas al año o bien a un total de 17.500 horas totales.

Central térmica de Los Barrios

Es el caso de la Central Térmica de Los Barrios, en Cádiz, de la que su propietaria, la eléctrica Viesgo, ha anunciado que inicia una inversión de más de 65 millones de euros con el izado de vigas de hasta 220 toneladas, para llevar a cabo un innovador proyecto de mantenimiento y ambientalización y así consolidar y ampliar su posición como una de las centrales de carbón más eficientes y respetuosas con el medio ambiente de Europa, lo que permitirá ampliar su vida útil y que siga funcionando como mínimo hasta el año 2025.

El proyecto abarca, además de diversas labores de mantenimiento, una mejora medioambiental que reducirá un 60% las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), siendo uno de los primeros pasos visibles el montaje de una espectacular estructura que permitirá la instalación de un sistema de desnitrificación, un puntero reactor catalítico selectivo (SCR).

Una intervención de este tipo, en un entorno tan exigente en materia de seguridad como el de una central térmica, ha requerido la aplicación de los procesos más innovadores para maniobras de gran precisión. Así, una de las vigas de mayor envergadura de esta estructura ha conllevado una difícil maniobra de izado de más de 220 toneladas. Esta acción ha supuesto un hito en materia de ingeniería, pues se trata de una de las más complejas realizadas hasta la fecha en una instalación de estas características.

Inversión y empleo

Hasta finales de junio, este proyecto dinamizará el empleo en la zona del Campo de Gibraltar, con picos de ocupación de más de 700 personas trabajando simultáneamente en el proyecto.

En palabras del presidente de Viesgo, Miguel Antoñanzas, esta actuación simboliza “nuestra sólida apuesta por Andalucía y por colocarnos a la vanguardia europea de las buenas prácticas medioambientales y lograr la mayor eficiencia en nuestras centrales”.

Viesgo, cuarto operador de distribución eléctrica en España, distribuye electricidad a través de una infraestructura de 33.000 kilómetros de red y comercializa gas y electricidad a más de 670.000 clientes.

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