Fernández ha puesto como ejemplo la media anual de concentración de partículas en la estación de la Argentina, una zona especialmente crítica, que fue de 28 microgramos en 2015, sensiblemente inferior a los 40 establecidos como límite en la legislación estatal y cinco puntos por debajo de los valores de 2014, todo ello en un ejercicio condicionado por el calor y la ausencia de lluvias en los últimos meses del año. "Las cifras relativas tanto a las concentraciones como a los días de superación son mejores que las de 2014 a pesar de que 2015 fue un año meteorológicamente adverso, lo que indica que las medidas adoptadas comienzan a dar sus frutos y avanzamos en la buena dirección", ha destacado.

La consejera ha añadido, que a pesar del compromiso de todos los actores implicados, las dificultades con las partículas de tamaño inferior a diez micras persisten tanto en el área de Monteana, en las proximidades de las instalaciones de Arcelor, como en El Musel, donde se suman los problemas con las partículas sedimentables (sin límite normativo y con una menor afección a la salud pese a su impacto visual). Por ello, Medio Ambiente impondrá medidas adicionales para seguir mejorando la calidad del aire en estos sectores. En concreto, en lo que respecta al puerto, se requerirán nuevos apantallamientos en las instalaciones de Ebhi S.A., en Aboño, así como el cierre lateral de las instalaciones en El Musel para evitar la emisión de partículas al Muselín.

Belén Fernández ha explicado también que la consejería ha finalizado un estudio de modelización de la difusión de las partículas desde los diferentes focos contaminantes y el análisis del impacto de las emisiones durante casi un año en la estación de Argentina, lo que permitirá establecer en la autorización ambiental de las instalaciones industriales nuevas medidas para las situaciones en las que se active el protocolo por índices de contaminación elevados.

Por último, la consejera ha defendido el rigor de las inspecciones sobre las empresas potencialmente contaminantes, que el año pasado se saldaron en Gijón con siete expedientes sancionadores, cuatro de ellos resueltos o con propuesta de resolución, y multas que suman 320.000 euros, dos de ellas a Arcelor, una a Alusigma y la cuarta a Lissan Coal.

Fernández se ha referido también a la nube de polvo que se avistó durante unos minutos el sábado día 6 en el puerto de Gijón a consecuencia de las fuertes rachas de viento. Según ha explicado, pese al evidente impacto visual y las molestias, esa suspensión resultó prácticamente inapreciable en los registros de partículas de las cinco estaciones de medición de calidad del aire, que oscilaron entre los 14,8 de la Avenida Castilla y los 27,29 de la Argentina, siempre por debajo del valor límite diario de 50 microgramos.

En este sentido, la Dirección General de Prevención y Control Ambiental solicitó el propio sábado un informe al Puerto y le instó a extremar las precauciones y a realizar cuanto antes las obras de limpieza, reparación y sellado de la zona donde se produjo el arrastre de material depositado que generó la nube de polvo este verano.

Nuevas medidas medioambientales al Musel y Arcelor

El Principado exigirá a la Autoridad Portuaria de Gijón el apantallamiento de los depósitos de carbón tanto en la zona de la ría Aboño como en las explanadas El Musel, y que realizará en un plazo de "un par de meses" una "modificación de la autorización ambiental" para las instalaciones de Arcelor en el concejo gijonés.

Puntos negros

Los datos no permiten, sin embargo, esquivar dos puntos negros: el de la estación de la red industrial de la parroquia de Monteana, "donde sí ha habido una superación de los límites" según la consejera, y el entorno portuario de El Musel y Aboño. "Hay que reconocer que tenemos problemas que se resisten y que tenemos que afrontar y atajar", ha manifestado Belén Fernández al respecto, antes de anunciar "nuevas medidas". En el primer caso, y tras la realización de "un estudio complejo sobre el grado de contribución de distintas fuentes a la generación de esa contaminación", la consejería ha constatado que "aproximadamente un 90 por ciento de la causa de estas operaciones tiene que ver con contaminación industrial, y mayoritariamente procede de la gran industria que está en ese espacio, que es Arcelor". Para "reconducir esos valores", el Principado realizará "una modificación de la autorización ambiental que avala el funcionamiento de esa instalación en el plazo de un par de meses", ha asegurado la consejera.

Respecto a El Musel, Belén Fernández ha distinguido dos frentes: el relativo a las partículas en suspensión y el que se refiere a las "partículas sedimentables", los depósitos de carbón en los que se han originado repetidamente varios episodios de "nubes negras" que han originado especialmente en último año alarma e indignación en la ciudad, así como un frente constante de roces entre el Ayuntamiento que preside Carmen Moriyón, de Foro, y la administración autonómica socialista.

Sobre las partículas de menor tamaño –que son las que pueden causar "problemas de salud a la ciudadanía", según admitió Fernández–, la consejera anunció que mantienen "valores altos" y que han planteado "problemas" en las estaciones de medición del dique de Liquerique y Cabo Torres. Aunque precisó que "el puerto está comprometiéndose con medidas" como la unificación de concesiones para reducir el movimiento de minerales, la consejera no ocultó que "puede haber medidas adicionales a que contribuyan de manera más inmediata"; los apantallamientos, en concreto, que el Principado exigirá tanto en Aboño como en El Musel.

Medidas insuficientes

Esa misma medida paliará, según Belén Fernández, los episodios de nubes de carbón que, insistió, "no son peligrosas desde el punto de vista de la salud" pero resultan "molestas y tienen un impacto a los ojos de la ciudadanía ante el que no podemos permanecer impasibles". Aunque empleó todo tipo de cautelas verbales, queda claro que la medidas implantadas por la Autoridad Portuaria y por la empresa gestora del parque de graneles, EBHISA, no son suficientes para la consejera: limpieza de ruedas, riego, capotado de camiones o cobertura con sustancias fijadoras "probablemente no se han revelado como plenamente eficaces" no ocultan, para la consejera, que existen "actuaciones pendientes y que a todos nos gustaría que estuviesen hechas". Dicho en otras palabras: los apantallamientos para cuyo proyecto y tramitación ha dado "seis o siete meses de plazo", antes del inicio de las obras.

Belén Fernández ha vuelto a hacer suyo el argumento de la inevitabilidad de la última y espectacular "nube negra" esgrimido por El Musel ante "un fenómeno especialmente adverso de la naturaleza" y ha advertido de que no conoce "a nadie que sea capaz de garantizar medidas humanas y técnicas capaces de garantizar cien por cien" que no se producirán efectos en casos como el del pasado día 6. Pero ha añadido que "había determinadas medidas que probablemente, de haberse puesto en marcha con anterioridad, podrían haber contribuido, no sé si a evitar completamente el problema, pero probablemente a reducirlo".

Respecto a los expedientes sancionadores por inclumplimiento de la normativa medioambiental en curso, la consejera ha afirmado que, "fruto de la exhaustiva labor de inspección", su departamento cursa en la actualidad siete de ellos, "cuatro de ellos resueltos o con propuestas de resolución con sanciones de 320.000 euros" y los otros en fase de resolución "siempre en plazo", además de "otros tres previstos para abrir en las próximas semanas". Los cuatro ya resueltos afectan a Arcelor, Alusigma y Lissan Coal Company.

Concentración Anticontaminación

El panorama descrito por la consejera contrasta frontalmente con el planteado, momentos antes de iniciarse la Comisión de Seguimiento, por los integrantes de la Plataforma Anticontaminación, que se congregaban a las 16,30 frente a la sede de la EMA: entre 250 y 300 personas algunas de las cuales portaban máscaras antigás o mascarillas, así como pancartas exigiendo "aire limpio", advirtiendo del "peligro de extinción" para los vecinos de la Zona Oeste o manifestando la oposición a la incineradora de residuos. Entre ellos se encontraba la Alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, los portavoces municipales de Xixón Sí Puede e IU y representantes del PSOE.

El manifiesto leído durante la concentración ha advertido de que "la mayoría de Gijón respira aire contaminado", y que el problema afecta muy en particular a "unos 70.000 vecinos y vecinas" de la Zona Oeste según los criterios de la Organización Mundial de la Salud, más restrictivos que los manejados por la consejería en sus mediciones. La Plataforma acusa a los políticos de "condescendencia con los grandes empresarios que reiteradamente incumplen con la legislación medioambiental", por "dejación de responsabilidad", en el caso del Principado, y por "falta de actuación" en lo que respecta a la administración local. Los manifestantes han precisado que "creen en la industria", pero no en "la basada solo en la productividad y los beneficios empresariales", y han reclamado inversiones para actualizar "instalaciones decadentes o falta del más mínimo respeto por el medioambiente".

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