El Gobierno británico expresó su frustración por la negativa del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, a tomar medidas urgentes para prevenir el calentamiento del planeta.
Críticas a Bush
14/06/2005
La lucha contra el cambio climático centrará, junto al combate contra la pobreza en Africa, la próxima cumbre del G8 - los siete países más industrializados y Rusia-, que se celebra del 6 al 8 de julio en Gleneagles (Escocia).
En declaraciones al diario 'The Independent', la ministra británica para el Medio Ambiente, Margaret Beckett, se queja de la falta de 'entendimiento común' con Washington en un asunto de tanta importancia para el futuro del planeta.
Según Beckett, no hay posibilidad alguna de que el presidente de Estados Unidos firme el protocolo de Kioto para la reducción de las emisiones que contribuyen al llamado efecto invernadero.
Pese a que su población representa el 4 por ciento de los habitantes del planeta, Estados Unidos es responsable de la cuarta parte de las emisiones mundiales de C02.
El primer ministro británico, Tony Bair, que estuvo la pasada semana en Washington, no logró arrancarle a Bush las concesiones que pretendía en esa materia, a la que el Gobierno laborista quiere dar absoluta prioridad en Gleneagles.
'The Independent' señala que esa falta de sintonía será vista por algunos como una prueba más de que Blair no tiene la influencia que le gustaría sobre el presidente Bush, pese a haberle apoyado en la guerra de Irak.
Tony Juniper, director ejecutivo de la ONG ecologista 'Amigos de la Tierra', dijo que el Gobierno de Estados Unidos está anclado en la era de Neanderthal en lo que se refiere al medio ambiente.
'Al menos, George Bush debería reconocer la conclusión a la que han llegado sus propios científicos en el sentido de que el cambio climático es causado por la acción humana', señaló.
Según Margaret Beckett, dado que no espera ya poder convencer a Washington para que firme el protocolo de Kioto, el Gobierno británico trata de dialogar con EEUU y otros grandes consumidores en potencia de energía como China y la India sobre el camino a seguir.
Un portavoz de Blair indicó la posibilidad de que Bush acepte en la cumbre del G8 al menos una versión descafeinada de Kioto y agregó que hay que evitar cualquier maximalismo en ese tema.
'Coincidimos con Washington en que hay que meter también en el redil a algunos de los países emergentes como la India y China, y creo que lo conseguiremos en Gleneagles', dijo el portavoz británico.
Según 'The Independent', Estados Unidos quiere que el comunicado final de Gleneagles lleve una sección aparte dedicada al papel de la industria nuclear como energía limpia del futuro, pero Londres no acepta que se singularice ese tipo de energía.
En el tema de la energía nuclear hay al mismo tiempo diferencias entre el primer ministro británico y su ministra para el Medio Ambiente: mientras el primero es partidario de ese tipo de energía, Margaret Beckett cree que la construcción de nuevas plantas nucleares no es la solución.
Según la ministra, la energía nuclear por sí sola no ayudará a Londres a cumplir su objetivo de reducir en un 20 por ciento las emisiones de dióxido de carbono de aquí al año 2010 y en un 60 por ciento para el 2050.
Fuente: Terra Actualidad
TROPOSFERA ofrece desde 2010 una consultoría integral de medio ambiente.