Con las medidas tomadas por los gobiernos de varios países, los fabricantes de automóviles y la conciencia de los consumidores, esta cifra es mucho menor a la de hace un par de décadas. Aún así queda mucho trabajo por hacer para que el número de partículas contaminantes que emiten los vehículos, como el hollín, el monóxido de carbono y otros compuestos, disminuyan para mejorar calidad del aire.

De acuerdo con organizaciones enfocadas a la salud y ecología, la contaminación de los automóviles se asocia con una serie de problemas respiratorios, así como enfermedades del corazón y cáncer que provocan la muerte prematura en adultos.

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