Los barcos que atracan en el puerto vigués (una media de 260 al año) obtendrían una reducción de 300 toneladas de emisiones de CO2 si emplean el sistema Green Port Energy Center (GPEC), un proyecto capaz de proveer de energía eléctrica y térmica a los buques para que puedan apagar sus motores auxiliares mientras están amarrados.

Este proyecto -pionero a nivel mundial- fue desarrollado íntegramente en Galicia en los dos últimos años y tiene un marcado sello vigués con varias empresas socias. El puerto de Vigo fue ayer el marco de presentación de este contenedor móvil que se puede ubicar en el muelle o encima del barco. Su coste oscila entre los 600.000 y 800.000 euros y la reducción de emisiones que se consigue es de un 52% en el caso del CO2, de un 100% en los óxidos de azufre, un 48% en los óxidos de nitrógeno y un 100% de la emisión de partículas. El ahorro del coste de combustible supone en torno a un 55%.

El Puerto de Vigo tiene proyectado en su plan de inversiones el desarrollo de un GPEC para grandes buques que pueda dar servicio a la Autopista del Mar así como al resto de muelles, según indicó ayer su presidente Ignacio López-Chaves, que recordó que gracias a este proyecto el puerto cumple con todos los requisitos para convertirse en un 'puerto verde'.

Por su parte, el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, destacó "la apuesta de Vigo y de Galicia por la innovación y la eficiencia energética" y la apuesta de la Administración de cara a una economía "descarbonizada".

Los socios del proyecto son las empresas viguesas Vicus DT, Inabensa, Emenasa e Inova, las coruñesas Internaco y Key Plan, así como el Campus del Mar, el Instituto Tecnológico de Matemática Industrial, APET y el CSIC, que cedió el oceanográfico "Sarmiento de Gamboa" para realizar las pruebas con el prototipo.

El proyecto contó con un presupuesto de 1,8 millones de euros, de los que 900.000 fueron otorgados por la Unión Europea a través de los fondos Feder.

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