El ayuntamiento había anunciado que se solicitaría en el otoño la retirada de la etiqueta, pero el proyecto aún no se ha tramitado. El concejal de Medio Ambiente, Alfredo Iñarrea, anunció ayer que la tramitación se llevará a cabo para abril o mayo del próximo año.

Tras la rehabilitación de las márgenes de la ría, inaugurada en junio, el consistorio avilesino se impuso el reto de tratar de eliminar ese sambenito que ha llevado colgado la ciudad en los últimos veinte años.

DATOS A ESTUDIO

Iñarrea afirmó que "se está trabajando en la puesta al día de los datos de contaminación que se han ido acumulando en estos últimos 20 años con el fin de conocer la situación real de la ciudad", y en el mes de "abril o mayo" se someterán a información pública con el fin de proceder a la retirada de esa declaración.

Con anterioridad, el plazo del que se había hablado para proceder a la tramitación de la retirada de la etiqueta eran los meses de septiembre u octubre, pero ha pasado el otoño y terminará el presente año sin que se lleve a efecto este proyecto, que ahora se aplaza para la primavera.

Pese a todo, "el tema sigue adelante", insistió el edil de Medio Ambiente, quien señaló el hecho de que la empresa Aceralia "está procediendo a la reparación y acondicionamiento de las baterías de coque" con el fin de reducir las emisiones contaminantes, dentro de un paquete de obras que la empresa siderúrgica evaluó en unos 60 millones de euros para evitar las emisiones de materia sedimentable, humos y partículas en suspensión, al medio ambiente.

El director general de Calidad Ambiental del Principado, Antonio Suárez Marcos, puso de relieve durante una visita realizada a Avilés que la declaración ya no tenía efectos prácticos, toda vez que hace años que se han suprimido las ayudas para las ciudades afectadas por este problema.

De hecho, el Ayuntamiento de Avilés ha percibido unos 1.700 millones de pesetas en ayudas por esta declaración, que ahora ya no favorece en ningún sentido a la ciudad. Sin embargo, la intención de retirar la etiqueta podría tropezar contra un obstáculo: la puesta en marcha de manera universal de la ley de prevención y control integrados de la contaminación, que se aplica desde el año 2002 a nuevas empresas y que exigirá que las sociedades más antiguas pasen antes de 2007 por una especie de reválida ambiental. La nueva norma deja sin efecto la anterior legislación.

  Fuente: La Voz de Asturias

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