Para el CEA, según los datos facilitados por el propio Servicio de Calidad del Aire del Principado de Asturias, la estación ubicada en Llaranes, que tiene un medidor en continuo, "presenta con diferencia el nivel más elevado de benceno de Asturias".

En concreto, triplica el valor de las estaciones de Oviedo, Gijón y Langreo, donde también se mide este contaminante.

La organización conservacionista sostiene que las fuentes de producción de benceno en Asturias son las baterías de coque, los incendios forestales y el tráfico de camiones.

En el caso de Avilés "es evidente" que las principales responsables de estos valores son las baterías de coque.

"El benceno está clasificado como cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud, incluso en dosis muy bajas", ha alertado el CEA.

En opinión del Colectivo, el Principado y el Ayuntamiento de Avilés tienen que asumir sus responsabilidades y trabajar para que se reduzca estos niveles elevados de contaminantes "producidos por una industria consentida en funcionar en precario".

[ Imagen del muelle de San Juan, con Las Arobias al fondo. MARIETA vía elcomercio.es ]

Por su parte, la Consejería ha explicado que en Avilés hay dos estaciones que miden benceno en continuo. Una de la red oficial en Llaranes y otra de la empresa Arcelor, que mide esta sustancia en cumplimiento de su autorización ambiental integrada, ambas situadas en las proximidades las baterías de coque, principal emisor de este contaminante. "En las dos estaciones se han cumplido sobradamente los niveles que marca la normativa situada en 5 ug de media anual", han señalado.

Para el Gobierno regional resulta "falso" y "tendencioso" decir que se incumple un límite diario que no existe, o afirmar que se incumple la normativa por superar algunos días el valor medio anual puesto que, precisamente, al establecerse el límite en la media anual, la normativa prevé que puedan existir superaciones horarias o diarias de ese límite, siempre que se compensen con periodos con menores concentraciones.

"El cumplimiento holgado de la normativa en Avilés no pierde ningún valor por el hecho de que los niveles registrados superen a los de otras localidades asturianas con menor actividad industrial productora de este contaminante", ha concluido Medio Ambiente, lamentando la interpretación "errónea" que han hecho de los datos desde Coordinadora Ecologista.

La contaminación en Avilés no es un problema, salvo en cierto focos

La discrepancia que mantienen la Consejería de Medio Ambiente y el Colectivo Ecologista de Avilés sobre la calidad del aire del municipio durante 2014 es absoluta. Lo que para los ecologistas es negro -aseguran que la contaminación aumentó el año pasado un 20 por ciento de media-, el Gobierno lo presenta como blanco, a lo sumo gris claro. "Quiero salir al paso de los análisis tergiversados, manipulados y en ningún caso ajustados a la realidad que se han hecho públicos esta semana y que vienen a concluir, para alarma gratuita de la población, que en Avilés hay un grave problema con la contaminación", declaró ayer la consejera de Medio Ambiente, Belén Fernández, minutos antes de presidir la constitución del comité de seguimiento del plan de calidad del aire que impulsa desde el año pasado el Principado en el entorno portuario de Avilés.

Negada la mayor -"Avilés tiene una buena calidad del aire, a excepción de focos muy localizados en los que se dan circunstancias especiales", afirmó Fernández-, la consejera desplegó una batería de "datos oficiales" para tirar por tierra los argumentos de los ecologistas. Así, aseguró que "de las cinco estaciones de control de la contaminación, que miden la concentración en la atmósfera de seis elementos contaminantes, sólo una (la ubicada en el matadero de Las Arobias) superó en 2014 los valores límite legales".

La explicación oficial de por qué existe ese foco concreto de contaminación en el entorno de Las Arobias es que el año pasado "fue especialmente adverso en términos contaminantes, con una gran actividad portuaria (lo que implica un mayor trasiego de sustancias pulverulentas en los muelles de Raíces) y el impacto de vientos adversos; tampoco ayudó el hecho de que las medidas de control de la contaminación contempladas en el plan puesto en marcha entre la Consejería y el Puerto no empezaron a ser efectivas hasta bien entrado el año, e incluso algunas están todavía pendientes de desarrollo".

Belén Fernández se mostró especialmente contrariada por la afirmación del Colectivo Ecologista de que el problema de la contaminación se extendió durante 2014 "incluso al barrio del Quirinal", una populosa zona históricamente libre de malos humos: "Es verdad que los indicados de partículas menores de diez micras (polvo, hollín, etcétera) subieron un poquitín en la zona del Quirinal, según se desprende de los datos recogidos en la estación de control contaminante de la plaza de La Guitarra, pero aún así quedaron por debajo del límite legalmente admisible y en general las lecturas del conjunto de los contaminantes fueron mejores".

Según la lectura de Belén Fernández, "la atmósfera de Avilés experimentó una mejora generalizada en cuanto a la presencia de ozono, benceno y monóxido de carbono". Y sobre la comparativa que los ecologistas hicieron entre los datos locales de la contaminación y los niveles que aconseja cumplir la Organización Mundial de la Salud (OMS), la consejera precisó que dichos niveles son "recomendaciones" y que el Principado toma como referencia, al igual que todas las comunidades de España, "los indicadores legales traspuestos a su vez de las directivas europeas sobre medio ambiente". Estos indicadores son menos exigentes que los de la OMS y eso es así, según Belén Fernández, "porque tienen en cuenta las peculiaridades industriales y económicas del territorio europeo", a diferencia de la OMS, que establece unos límites de contaminación aconsejables "movida por el objetivo de que tiendan a cero, algo tan utópico a corto plazo como pretender que no circulen coches por las carreteras para impedir que haya accidentes".

El concejal de Medio Ambiente de Avilés, Luis Ramón Fernández Huerga, también desmintió la gravedad de la contaminación en Avilés y acusó a los ecologistas de falsear los datos. Por su parte, la concejala del PP Carmen Vega exigió explicaciones al gobierno por los "preocupantes niveles de polución en la ciudad" y anunció que su partido pedirá una próxima reunión de la comisión de Urbanismo y Medio Ambiente para hablar a fondo del tema y de las posibles medidas correctoras.

La comarca tendrá a partir de este mes un plan ante alertas de contaminación atmosférica

El Plan de Mejora de la Calidad del Aire que el Gobierno de Asturias ha puesto en marcha en la comarca por los elevados niveles de contaminación existentes, prevé la puesta en marcha «a partir del mes de febrero» de un protocolo ante condiciones atmosféricas adversas que puedan generar hasta tres niveles de alerta a las que se asociarán diversas medidas preventivas de actuación.

Dicho protocolo plantea soluciones para la reducción puntual de emisiones, como la disminución de la actividad industrial o portuaria, la «contención de la circulación de vehículos» o el regado de vías, entre otros aspectos.

La consejera de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Belén Fernández, explicó que dicho protocolo prevé tres niveles de actuación -aviso, prealerta y alerta-, que dependerán de las condiciones atmosféricas y que prevén distintas medidas para la prevención de la concentración de contaminantes.

«El protocolo se prevé para reducir las emisiones en situaciones de mala dispersión, cuando las capas bajas de la atmósfera se inmovilizan y crece la concentración de contaminantes», indicó la consejera momentos antes de la constitución del comité de seguimiento del Plan de Mejora de la Calidad Ambiental.

La aplicación de dicho protocolo será por el momento «voluntaria» por parte de las empresas y entidades implicadas, aunque a partir del segundo semestre de este año se prevé la implantación de unas normas definitivas que ya serán de obligado cumplimiento. La razón por la que se adopta esa medida de forma provisional y voluntaria, indicó la consejera, está en que aún no se ha cerrado el proceso de «modelización de las emisiones de partículas» en suspensión. Esto es: la determinación del modo en que los microscópicos y nocivos polvos contaminantes llegan a la atmósfera y se concentran en los distintos puntos de la comarca afectados por el Plan de Mejora de la Calidad del Aire en el entorno de Avilés.

La consejera, que compareció ayer acompañada del presidente de la Autoridad Portuaria, Santiago Rodríguez Vega, y del director general de Calidad Ambiental, Manuel Gutiérrez, aprovechó la constitución del comité de seguimiento del plan para hacer de las medidas desarrolladas hasta ahora. Entre ellas, señaló las inversiones realizadas en diversos puntos, especialmente en el puerto, o el trabajo desarrollado en la «identificación de actividades potencialmente contaminantes».

Autorizaciones

Esa labor permitió la localización de 17 actividades de las que «once ya cuentan con la correspondiente autorización» y otras cinco, «de menor impacto», están en trámites de obtenerla. La última, «es un punto prácticamente sin actividad que no cuenta con la autorización», apuntó Fernández.

Rodríguez Vega, por su parte, abundó en las actuaciones seguidas en el Puerto en los dos últimos años, con inversiones que suman 2,2 millones de euros a los que se sumarán otros dos millones en los cuatro próximos años. «Pero no solo ha habido inversiones, sino también se ha actuado con los operadores para mejorar sus inversiones de modo que este puerto, fundamentalmente granelero, reduzca sus emisiones hasta unos niveles tolerables y razonables», indicó.

Todas esas medidas, así como los resultados de las mediciones realizadas en las estaciones de control de la contaminación atmosférica, permitieron ayer a la consejera afirmar que «la calidad del aire en Avilés es buena».

Fernández salía al paso así del «alarmismo» que, según considera, practicarían «algunos colectivos críticos con los controles» realizados por la Administración autonómica.

Microambiente

«La calidad del aire, con carácter general, es buena en Avilés y su entorno», recalcó antes de reconocer que «tenemos un 'microambiente' identificado en el entorno de la estación del matadero, donde un contaminante concreto, las partículas de diámetro inferior a 10 micras, superan los límites legales», señaló. Así pues, se trataría de «un problema concreto, identificado y acotado en un ámbito específico, fuera de lo que es el grueso del entorno urbano de Avilés y de Salinas», añadió.

La consejera rechazaba así las lecturas facilitadas por grupos proteccionistas que alertan del incremento de la contaminación en diversos puntos de la ciudad, como el entorno de El Quirinal, y la superación a lo largo del año en jornadas puntuales de los niveles máximos de otro tipo de contaminantes diferentes a las partículas en suspensión.

«Nuestros equipos», señaló la consejera «están homologados y calibrados perfectamente y no hay efecto corrector que aplicar» en alusión a las acusaciones de los ecologistas, que hablan de «cocinado de los datos» y la no validación para las estadísticas de los días con mayores niveles de contaminación.

Además, la consejera recordó la diferencia de utilizar como referencia para aludir a los niveles de contaminación los máximos aconsejados por la Organización Mundial de la Salud en vez de los establecidos por la legislación vigente. «Las recomendaciones de la OMS son un ideal hacia el que hay que ir, pero la referencia que hay que cumplir es la normativa común en toda la Unión Europea, y que tiene también en cuenta cuestiones como la competitividad económica o el riesgo de deslocalizaciones», señaló.

Para Fernández, ceñirse a las recomendaciones de la OMS, apuntó la consejera, «es como pretender acabar con los accidentes de tráfico prohibiendo los coches». Aún así, no renunció a que «se avance en esa línea» de reducción de las emisiones contaminantes y acercarlas a las cifras recomendadas por la Organización Mundial de la Salud en Asturias.

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