El Ayuntamiento de Madrid ha comenzado a pedir a los madrileños que usen el transporte público después de que la ciudad haya superado el umbral de aviso por NO2, un contaminante originado, principalmente, por los vehículos a motor y que es perjudicial para la salud. La advertencia comenzó a llegar a los vecinos a las 10.00 horas de este martes mediante mensajes de teléfono móvil o a través de los paneles de tráfico distribuidos por la ciudad. Según la información facilitada por el Servicio de Protección de la Atmósfera, el Sistema Integral de la Calidad del Aire detectó durante la tarde de este lunes que las estaciones medidoras de las Escuelas Aguirre (pegada al Retiro) y Ramón y Cajal (junto a la Avenida de América) superaron el valor máximo de 250 microgramos por metro cúbico durante dos horas consecutivas. En las Escuelas Aguirre se alcanzó un pico de 346 microgramos.

El problema se vio agravado, según el Área de Movilidad y Medio Ambiente, por llegada a la Península de una masa de aire africano que puede provocar "un aumento de las partículas de suspensión" en los próximos días, lo que implicará "valores superiores a los registrados normalmente en Madrid". El Ayuntamiento estima que estas partículas "no suponen un riesgo marcado para la salud", pese a lo cual recomienda que las personas con problemas respiratorios tomen precauciones y que toda la población se abstenga de realizar ejercicio al aire libre. Además, la previsión para los próximos días es de estabilidad y falta de lluvias o viento, por lo que será difícil que la atmósfera registre mejorías.

Sin medidas

Sin embargo, el Ayuntamiento no tomará ninguna medida excepcional —por el momento— dado que el nuevo protocolo anticontaminación aprobado en el mes de julio por la Junta de Gobierno no ha entrado en vigor. Botella anunció que esta herramienta, que permitiría prohibir aparcar en la zona SER a los no residentes y limitar la velocidad en la M-30 y las carreteras de acceso si la situación se mantenía durante 48 horas, estaría lista en septiembre, pero un portavoz aclaró que solo ha recibido el visto bueno inicial y que no existe fecha para su puesta en marcha. La norma que está vigente, más permisiva y que se puede consultar en este enlace, da al Ejecutivo municipal la opción de convocar la Comisión de Calidad del Aire, pero únicamente en el caso de que la Dirección General de Sostenibilidad así lo decida. Para llegar al nivel de alerta, todas las estaciones medidoras de la almendra central deberían superar los 400 microgramos de NO2 por metro cúbico durante tres horas seguidas, algo prácticamente imposible, según Ecologistas en Acción. Esta situación no se ha dado nunca, pero, si se produjese, el Ayuntamiento ni siquiera estaría obligado a reducir la circulación de vehículos, porque el protocolo actual solo lo contempla como posibilidad. El portavoz municipal socialista, Jaime Lissavetzky, ha criticado la "pasividad" del equipo de Ana Botella por limitarse a hacer recomendaciones a los madrileños en lugar de tomar medidas preventivas. Ruth Porta, responsable de Medio Ambiente del grupo, ha exigido a la alcaldesa que acuerde con el Consorcio de Transportes una tarifa reducida o la total gratuidad del servicio de Metro y EMT mientras que dure el episodio actual.

Gases irritantes

El NO2 o dióxido de nitrógeno es un gas de color parduzco que se forma como consecuencia de la combustión de elementos en los motores de los vehículos o en las centrales eléctricas, por lo que aparece en zonas con alta concentración de tráfico y en el centro de las ciudades, como en este caso. Es tóxico y sus efectos van desde la irritación de las mucosas y los bronquios hasta los daños pulmonares.

Su presencia en Madrid capital es muy habitual. Los datos oficiales recopilados por Ecologistas en Acción en su informe el año 2013 demuestran que las estaciones de la Plaza del Carmen, la Plaza de España, el Barrio del Pilar, las Escuelas Aguirre, Cuatro Caminos y Ramón y Cajal siguen superando los máximos anuales permitidos a pesar de las medidas establecidas por el Consistorio. En total, 6 de los 24 medidores de la red rebasan los límites aceptables. El aire más contaminado lo padecen quienes viven o trabajan junto a las plazas de España y de Fernández Ladreda. En cambio, quienes se encuentran alrededor de Moratalaz o Embajada (Alameda de Osuna) han visto mejorar la calidad del fluido que respiran. Al NO2 se le ha sumado por primera vez el O3 u ozono troposférico, también llamado 'ozono malo', otro gas irritante que nunca había tenido presencia significativa en la capital y que en 2013 registró niveles ilegales en la Casa de Campo, Barajas, El Pardo, el Parque Juan Carlos I y Tres Olivos.

Leer noticia en fuente original: 20minutos.es