En 2001, el sector público (administraciones públicas centrales, regionales y locales) de la Unión Europea ha consagrado cerca de 54.000 millones de euros a la protección del medio ambiente, lo que se traduce en un 0,6% del Producto Interior Bruto (PIB) de la UE-25, según la Oficina Europea de Estadística (Eurostat). Mientras los gastos de los prestatarios especializados han sido cifrados en 75.000 millones de euros, la industria ha invertido 38.000. En el ránking por países, España se ha situado como uno de los socios comunitarios que más gasta e invierte en este ámbito, donde la privatización de las empresas estatales ha jugado a favor -caso de Francia- o en contra -caso de Austria- de los cuidados del entorno. Según los datos publicados ayer, la contribución de los nuevos Estados miembros a la protección del medioambiente ha supuesto un aumento del 5%.
07/12/2005
Los recursos consagrados por el sector público y productores especializados a la protección del medio ambiente dependen de la organización de cada Estado miembro. En general, las administraciones públicas centrales se encargan de actividades relativas a la reglamentación, el control, la vigilancia y las tareas administrativas ligadas al medio ambiente. Mientras, las administraciones locales son las responsables de gestionar el trato de los
desechos y el cuidado de las aguas usadas. Ahora bien, tal y como alerta Eurostat, la privatización o la semi-privatización de estos servicios, ha provocado, entre 1996 y 2002, -año hasta el que se dispone de datos- cambios en el modo de gestionar los recursos financieros consagrados a la protección del entorno, de tal forma que los prestatarios especializados comienzan a gastar más que las administraciones públicas.
Según Eurostat, entre 1996 y 2002, el montante total de los gastos consagrados al medio ambiente por parte del sector público aumentaron un 6% en la Europa de los antiguos Quince. Sin embargo, teniendo en cuenta el crecimiento económico, las inversiones del sector público para la protección del medio ambiente en la UE-15 han disminuido más de un 47% en la misma fecha. Mientras, las inversiones que los prestatarios especializados han otorgado a
este fin se han mantenido estables, aunque estos niveles han variado en función de los países, debido al traspaso de gastos que los primeros están haciendo hacia los segundos.
Los efectos de la privatización
De este modo, en Austria, por ejemplo, donde el sector público ha traspasado casi la totalidad de los gastos medioambientales a los prestatarios especializados, el monto total ha sido inferior al 1% del PIB nacional en cuanto a aguas usadas y gestión de desechos se refiere. En Alemania, por su parte, las inversiones que el sector público ha consagrado a los cuidados medioambientales -principalmente en la gestión de desechos y aguas usadas- han
disminuido. Ambos casos sirven de ejemplo para mostrar cómo la privatización de los antiguos servicios públicos -en el caso austríaco debido a un simple traspaso de poderes y en el alemán para hacer frente a la reunificación de las dos partes del país- ha traído consigo una casi siempre disminución de los cuidados medioambientales.
Ahora bien, Francia es el caso contrario. Las inversiones de su sector público se han mantenido estables y los cuidados de sus prestatarios especializados para con el entorno han experimentado un ligero aumento, entre 1995 y 2002.
Buenos resultados de España
En un análisis global de los Estados miembros, Eurostat calcula que las actividades de protección del medioambiente en la economía de cada Estado miembro suponen desde un gasto mínimo del 0,1% en Lituania al 1,5% en los Países Bajos. En el ránking comunitario España se sitúa sólo por detrás de los holandeses y daneses (1,2%), compartiendo valor con los italianos (0,8% cada uno). Con esta cifra, Madrid se coloca delante de administraciones como
la de Luxemburgo y Budapest (0,7% en ambos casos), Atenas y Lisboa (0,6%) y Bruselas y Dublín (0,5%, cada una). A la cola de la lista se sitúan Lituania (0,1%), valor que comparte Rumanía, país que pasará a formar parte del enjambre comunitario en 2007.
En lo que a inversiones del sector público al cuidado medioambiental se refiere, España se encontraba entre los primeros puestos hacia 1999, con una cifra de 2.441 millones de euros, sólo por detrás de Alemania (3.360 millones de euros), seguida de Italia, con unas inversiones estimadas en 1.429 millones de euros provenientes de las arcas públicas nacionales.
Los cálculos de Eurostat estiman que la adhesión de los diez nuevos Estados miembros ha facilitado una subida del 5% de las inversiones dedicadas al medio ambiente en los Veinticinco, a pesar de que el montante total de las inversiones que éstos debían realizar para adaptarse a la legislación comunitaria en materia de medio ambiente se cifró entre el 2% y el 3%. Entre ellos, Hungría, Letonia y Eslovenia han aumentado sus inversiones para la
protección del medio ambiente "de manera notable", según la Oficina Europea. En el caso de Hungría, el aumento ha sido de 300%, entre 1997 y 2002.
Fuente: Aquí Europa
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