Categories: Noticias Ambientales
      Date: may 12, 2018
     Title: Después de dos años del incendio del vertedero de neumáticos de Seseña y Valdemoro: ni culpables, ni respuestas

La madrugada del 13 de mayo de 2016 miles de toneladas de neumáticos comenzaban a arder en el incendio, que se prolongaría durante días, de un macrovertedero situado entre Valdemoro (Madrid) y Seseña (Castilla – La Mancha). Ahora, dos años después, hay muchas preguntas y pocas respuestas.



¿Quiénes fueron los culpables?

Desde un primer momento la investigación tuvo claro que el incendio fue provocado y una venganza familiar se barajó como principal motivación. El empresario detenido hace un año fue puesto después en libertad con cargos tras considerar el fiscal que su declaración fue “consistente y firme”. “Ni judicialmente ni políticamente se han sustanciado las responsabilidades”, defiende por su parte Miguel Ángel García, portavoz de la La asociación ‘Ecologistas en Acción – El Espartal’.

¿Cómo está la investigación?

La investigación la lleva el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 7 de Valdemoro; fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Madrid aseguran que desde entonces apenas se han producido novedades en materia judicial. Además la Unión Europea archivaba en octubre el expediente informativo sobre el vertedero ilegal de neumáticos.

¿Cuál fue el daño medioambiental?

La asociación ‘Ecologistas en Acción – El Espartal’ de Valdemoro aseguran que, frente a la versión oficial, un estudio sobre el terreno de la Universidad Pompeu Fabra puso de manifiesto las sospechas de los ecologistas sobre los riesgos ambientales. “La administración se cuidó mucho de contar que se habían quitado los restos”, dice García que lamenta la poca claridad en los riesgos y daños medioambientales provocados.

¿Se vio afectada la salud de las personas?

Hay que recordar que durante los días del incendio, se recomendaba el uso de mascarillas en los barrios más cercanos, especialmente en el de El Quiñón, Se desalojaron urbanizaciones cercanas y se llegaron a suspender las clases y los ecologistas alertaron del riesgo que podría suponer incluso para la población de la capital. Los ecologistas han advertido de que los principales daños para la salud pueden traer consecuencias a largo plazo. “Es una contaminación terrible, especialmente para el ecosistema urbano, por su incidencia en los habitantes de El Quiñón”, asegura García.

¿Cómo está la zona hoy en día?

Tras la retirada de los restos, el espacio ha quedado baldío. “Está hipotecado durante mucho tiempo”, explica García que deja claro que “convendría que la ciudadanía supiera que sigue siendo poco deseable que la gente pase por allí cerca porque hay contaminación en el subsuelo”.

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