Categories: Noticias Ambientales
Date: ago 28, 2005
Title: Avila afectada por el humo de los incendios de Portugal
Manuel Mora, meteorólogo del Centro Meteorológico Territorial de Castilla y León, manifestó la posibilidad de que el manto grisáceo que cubrió Ávila el pasado jueves, que estaba acompañado de olor a quemado, “pudiera estar originado en los grandes incendios” que se produjeron durante los últimos días en el país vecino, y que quedaron extinguidos el miércoles.
Mora ha explicado que “pudiera haberse mezclado la calima con el humo o los restos del fuego en suspensión” debido a que “no había masa de aire africano ni ola de calor”, como es el caso habitual cuando hay canícula.
“Habría que estudiar con detalle los movimientos del aire para saber exactamente si ha sido así”, dijo, aunque señaló que es lo más probable. El jueves se registró calima en otras provincias de Castilla y León, como Salamanca, Soria y Segovia, y en el caso de la capital charra también se había observado días antes un olor a quemado.
La calima no huele
El meteorólogo confirmó que el fenómeno de la calima no tiene olor, como sucedió en el fenómeno registrado el jueves en Ávila. También el viernes por la mañana hubo una ligera calima a primera hora de la mañana y en algunos puntos de la capital abulense se percibía olor a quemado.
A la definición de calima como un enturbamiento ligero de la transparencia del aire y que obedece a masas de polvo y partículas contaminantes que son elevadas por el aire ascendente, además de que sirve a la coloración del crepúsculo, Mora añadió que se trata de un fenómeno se que produce por la inversión de las temperaturas nocturnas. Así, la calima surge por la mañana por la diferencia de temperaturas del suelo y de la atmósfera, lo que impide la mezcla del aire, de tal forma que a medida que avanza la jornada y las temperaturas suben desaparece porque aire frío y caliente se unen.
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