Categories: Noticias Ambientales
      Date: jul  8, 2005
     Title: Ecologistas denuncian la postura anti-ecológica de Barroso
Según Ecologistas en Acción, el Presidente de la Comisión Europea ha decidido aparcar indefinidamente las Estrategias Temáticas que iban a marcar la legislación medioambiental a medio plazo. La primera victima ha sido la Estrategia de Calidad del Aire.

08/07/2005

Y esto en un momento en que los datos oficiales relacionan claramente la contaminación atmosférica con un elevado número de muertes. Ecologistas en Acción viene alertando sobre las superaciones en nuestro país de los límites de contaminación permitidos, y lamenta la tendencia de desregulación ambiental iniciada por Barroso.

El Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durâo Barroso, no considera la calidad del aire una prioridad. En realidad, todo lo que sean políticas medioambientales está fuera de sus prioridades, que se centran en reactivar la economía y estimular la competitividad. Ninguna de las siete Estrategias Temáticas medioambientales que estaban previstas en el 6º Plan de Acción Medio Ambiental verán la luz próximamente, al haber sido aparcadas súbitamente. De todas ellas -Uso Sostenible de los Pesticidas, Prevención y Reciclaje de Residuos, Gestión del Suelo, Medio Ambiente Marino, Calidad del Aire, Medio Ambiente Urbano, y Uso Sostenible de los Recursos- solo las dos últimas no tenían previsto proveerse de propuestas legislativas. Las primeras dos victimas han sido la Estrategia de Medio Ambiente Marino y la de Calidad del Aire, cuya publicación estaba prevista, tras sufrir varios retrasos, para el presente mes de julio. Sin embargo, en un gesto sin precedentes, Barroso ha decidido a título particular sacarlas de la agenda política. La Oficina Europea de Medio Ambiente (BEE), a la que pertenece Ecologistas en Acción, ha enviado junto a otras organizaciones ecologistas una enérgica protesta a Barroso.

Las causas de estos retrasos pueden buscarse, de forma general, en la reorientación que el Presidente de la Comisión propone dar desde hace meses a la Estrategia de Lisboa, prescindiendo de las dimensiones social y medioambiental en las futuras políticas. En el caso particular de la Estrategia de Calidad del Aire, la decisión parece responder a las presiones ejercidas por la industria y la patronal europea (UNICE). Recientemente, una valoración de impacto calculaba que la puesta en marcha de esta estrategia supondría un coste de 12 mil millones de Euros. Los lobbies de la industria y la patronal han alertado al líder comunitario de las penosas repercusiones que esto tendría para la economía europea, esgrimiendo la amenaza de la pérdida masiva de empleo.

La Estrategia de Calidad del Aire era esperada como agua de mayo, en especial después de conocerse los resultados de los últimos informes que maneja la propia Comisión Europea, según los cuales, la calidad del aire en la UE es mucho peor de lo que se pensaba previamente. Estos datos indican que cerca de 400.000 europeos mueren cada año de manera prematura debido a la contaminación atmosférica. Esta cifra equivale a la población de un país como Malta. Uno de los riesgos más peligrosos para la salud identificados en estos estudios son las partículas en suspensión (PM10) y el ozono troposférico, dos contaminantes sobre los que Ecologistas en Acción viene repetidamente denunciando superaciones de los límites legales.

La legislación europea adoptada hasta el momento es claramente insuficiente, y por ello la Estrategia de Calidad del Aire preveía una legislación de emisiones más restrictiva (no sólo para automóviles sino también para centrales térmicas, trafico aéreo y marítimo), internalización de costes, o incentivos fiscales. Es conveniente además desmentir los argumentos de la industria: los efectos en la salud conllevan un alto deterioro económico, debido a pérdidas en la productividad por enfermedad y elevados gastos de salud pública. Los beneficios económicos netos de aplicar la mencionada Estrategia rondan entre 31 mil y 140 mil millones de euros, según análisis de la propia Comisión Europea.

Las previsiones también son alarmantes para el medio ambiente. Actualmente la lluvia ácida sigue representando una amenaza para 240.000 km2 de bosques europeos y la eutrofización originada por la alta concentración de nitrógeno amenaza la biodiversidad de un 45% de los ecosistemas terrestres de la UE.

La duda es cual será la próxima victima de esta actual tendencia de desregulación ambiental. ¿Sacrificará también el señor Barroso la política de Registro, Evaluación y Autorización de Sustancias Químicas (REACH) actualmente en discusión en la UE, en aras de la competitividad?

 

Fuente: ANIA