Categories: Noticias Ambientales
      Date: jun 12, 2006
     Title: ¿Estamos realmente rebajando las emisiones de CO2?
Para reducir las emisiones el Gobierno puede tomar tres tipos de medidas.

Noticias Troposfera.org 12/06/2006

Lo más difícil es reducir efectivamente las emisiones de gases de efecto invernadero, que se contabilizan en toneladas de CO2 equivalente -se incluyen también otros gases como metano, óxido nitroso o HFC, si bien casi el 85% de las emisiones son de dióxido de carbono-.

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Para ello el Gobierno debería reducir los derechos de emisión de las industrias (ya se anuncia un recorte) pero, sobre todo, ajustar las tuercas de los dos culpables directos: el consumo eléctrico, responsable del 30,5% de las emisiones, y el transporte por carretera, al que se atribuye el 28%. Dicho en plata, reducir el consumo de iluminación, calefacción y aire acondicionado en los hogares y poner restricciones a la circulación de vehículos. Hasta ahora ningún gobierno se ha atrevido a nada semejante.

El segundo tipo de medidas (aceptadas en el Protocolo de Kioto) es intercambiar derechos de emisión por proyectos tecnológicos con energías limpias en países en vías de desarrollo. De esta manera, el dinero realmente gastado en los proyectos puestos en funcionamiento se traduciría en toneladas de CO2 equivalente que el país inversor podría seguir emitiendo a la atmósfera. Empresas españolas como Repsol ya han puesto en marcha en Latinoamérica algunos proyectos de este tipo y es previsible que su número aumente a medida que las políticas se hagan más restrictivas.

El tercer tipo de medidas es consumir lo que, eufemísticamente, se ha dado en llamar energías «limpias». Es decir, energías como los biocombustibles, cuyas emisiones tienen «efecto cero» en la atmósfera porque se considera que los vegetales utilizados en su fabricación desprenderían de manera natural la misma cantidad de CO2 que producen durante su combustión. Entre ellas está el biodiésel.

El Plan de Fomento de las Energías Renovables para el año 2010 pretende consumir 2,2 millones de toneladas equivalentes de petróleo en biocombustibles (bioetanol y biodiésel), con lo que las correspondientes emisiones podrían descontarse del cómputo total.

En resumidas cuentas, ¿se reducen las emisiones «reales» con estas últimas medidas? Muy poco. Simplemente dejan de ser contabilizadas como emisiones contaminantes.


Fuente: Diario Vasco

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