Categories: Noticias Ambientales
      Date: dic 15, 2018
     Title: COP24: el mundo mira a Katowice esperando un acuerdo que se retrasa

Después de una noche de intensas negociaciones, la comunidad internacional reunida en la COP24 en Katowice se acercaba el sábado a un consenso para aplicar el Acuerdo de París y encauzar la lucha contra el calentamiento del planeta.



«La última versión del borrador acaba de salir (...) Está a nuestro alcance un acuerdo», escribió en Twitter el comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete.

Por ahora, este nuevo texto no fue publicado y la sesión plenaria prevista el sábado por la mañana iba siando aplazada con el paso de las horas.

La 24ª Conferencia de la ONU sobre Clima que se celebra en la ciudad polaca de Katowice debía finalizar el viernes después de casi dos semanas, pero las diferencias entre los casi 200 países participantes mantuvieron a los negociadores en pie toda la noche.

El nuevo borrador, de ser aprobado, es «suficientemente claro para que el Acuerdo de París se aplique», dijo a la AFP la ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera.

Aunque admitió que este borrador no es todo lo ambicioso que podría haber sido, «en las circunstancias actuales, continuar construyendo nuestro edificio es ya un éxito». «Incluso los más reticentes están ahí», apuntó.

Estados Unidos, que planea salir del Acuerdo de París en 2020 como así lo decidió Donald Trump tras su elección, lideró junto a otros países como Arabia Saudí y Rusia una fuerte oposición a reconocer el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que alerta de que el mundo no puede permitirse un aumento superior a 1,5 ºC.

El detalle es significativo puesto que toda la acción climática internacional está llamada a basarse en estos resultados científicos.

Pero además de las reticencias estadounidenses, el contexto geopolítico internacional es menos favorable que hace tres años, cuando se firmó el Acuerdo de París: por ejemplo, en Brasil, que alberga gran parte de la Amazonia, 'el pulmón del planeta', está por ver cómo será la política climática del futuro gobierno de Jair Bolsonaro, un escéptico del calentamiento.

Mientras la temperatura ya aumentó 1 ºC respecto a la era preindustrial y las emisiones de gases de efecto invernadero se dispararon un 2,7% en 2018, los países más vulnerables no cesaron de exhortar a un acuerdo ambicioso, advirtiendo de su riesgo de «extinción».

El objetivo principal de la COP24 es desarrollar un conjunto de reglas que permitan aplicar el Acuerdo de París: desde cómo se verifica que cada país cumple con sus objetivos de reducción de emisiones hasta la manera en que los países ricos apoyan financieramente a los más pobres a adaptarse al cambio climático.

La comunidad internacional se comprometió en 2015 a limitar el alza de la temperatura global a menos de 2 ºC respecto a la era preindustrial y a revisar además sus objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en 2020.

Pero el último informe del IPCC, advierte de que con las metas de París, la Tierra se calentaría 3 ºC. Pese a ello, no está claro que la COP24 se comprometa a incrementar su ambición de reducción de emisiones.

Según varios observadores, uno de los puntos más difíciles de desbloquear atañe los mecanismos de intercambio de cuotas de emisiones de CO2 --el llamado mercado de carbono-- para evitar que los países se atribuyan dos veces una reducción de emisiones.

En este capítulo, Brasil tiene un papel clave debido a su potencial para generar créditos de carbono a través por ejemplo de la reforestación.

«Todavía hay un abanico de posibilidades y Brasil continúa trabajando de forma constructiva con las otras partes», dijo el jefe negociador brasileño, J. Antonio Marcondes.

Fuentes cercanas a las negociaciones indicaron que el asunto incluso podría dejarse para la COP25, que se celebrará en Chile.

Los grandes productores de petróleo atascan el acuerdo

EEUU, Rusia, Arabia Saudí y Kuwait, los grandes productores de petróleo del mundo, se resisten a aceptar el informe final científico que ha sido la base para las negociaciones de la Conferencia de las Partes (COP24, por sus siglas en inglés y su número de edición). Desde el pasado 3 de diciembre, 197 países se han reunido en Katowice, Polonia, para celebrar la Cumbre del Clima en la que se decide definitivamente cuándo y cómo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que eviten el calentamiento global del planeta. La reunión, que se celebra cada año y a la que acuden más de 3.000 participantes, ha concluido este viernes tras largos debates en los que varios estados se han opuesto, una vez más, a aceptar las evidencias científicas y, por tanto, a seguir unas directrices comunes.

El estudio, elaborado por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), considerado la fuente más creíble sobre este tema, alerta de las graves consecuencias a las que nos enfrentamos de no lograr limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados. "Los impactos climáticos esperados si sube 3ºC (nuestra tendencia actual) son severos", ha afirmado a EL MUNDO Louise Jeffery, científica del Instituto Potsdam de Investigación sobre el Impacto Climático (PIK, por sus siglas en alemán) que forma parte del IPCC.

Además, "la ciencia es muy clara en los temas clave para estas negociaciones", ha dicho Jeffery en referencia a la excusa de los países que niegan el informe en el que ha participado. "La acción necesaria para alcanzar la meta de temperatura de París también está clara. Las emisiones globales de CO2 en 2030 deben ser aproximadamente la mitad de las de 2010 y cero neto para 2050", ha añadido.

Jeffery también ha comentado que el informe proporciona varios pasos políticos clave y opciones para reducir las emisiones, "como la eliminación gradual del carbón lo más rápido posible. Con el Acuerdo de París, se otorgó flexibilidad a las partes sobre cómo lograr reducciones de emisiones, pero esas reducciones aún son necesarias", ha expuesto. En Katowice los países han acordado cómo describir sus objetivos nacionales y cómo van a informar de sus progresos para su cumplimiento. Es el llamado libro de reglas de París que sí se ha concretado en esta cumbre.

Decisiones a poner en práctica ya

Durante la COP24, Polonia ha expresado, en contra de la postura de la Unión Europea, su preferencia por posponer a 2019 las decisiones del llamado Diálogo de Talanoa (lo que tiene que hacer de forma clara cada país para limitar el calentamiento global). El país anfitrión de la cumbre, que es aún muy dependiente del carbón y tendría que hacer un gran esfuerzo para sustituir esta fuente energética, no ha facilitado, según varias fuentes consultadas en este artículo, estas negociaciones.

La demora en tomar medidas drásticas, como sí defiende Europa, es un factor que juega en contra del planeta. Cada año que pasa no sólo no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero sino que éstas aumentan, por lo que retrasar el consenso es negativo según los expertos científicos. "Sería bueno contar con las directrices pronto, para que los países puedan comenzar a desarrollar sus sistemas de informes y perfeccionar sus estrategias climáticas", ha comentado Jeffery. Sin embargo, lo que va a determinar el futuro escenario climático "es la acción sobre el terreno. Los países deben por tanto, según la experta, comenzar a trabajar ya para lograr sus compromisos y limitar el calentamiento a 1.5 ° C de cara a 2020, como primer plazo de revisión conjunta y a 2050 como fecha límite para lograr emisiones netas neutras.

Una nueva gran coalición de países

Las sucesivas discrepancias que se vienen dando en todas las cumbres del clima entre los bloques de países que apuestan por objetivos ambiciosos contra el cambio climático y los que quieren seguir dependiendo de combustibles fósiles o los que no quieren o no pueden seguir el ritmo de los países más desarrollados dio lugar este miércoles al anuncio de una gran coalición de estados que se desmarcan del resto.

Se hacen llamar la Coalición de Ambición Elevada y la conforman la Unión Europea, Argentina, Canadá, Costa Rica, Dinamarca, Etiopía, Fiyi, Finlandia, Francia, Alemania, Granada, Italia, Jamaica, Luxemburgo, Macedonia, Islas Marshall, México, Mónaco, Holanda, Nueva Zelanda, Noruega, Portugal, Santa Lucía, España, Suecia y Reino Unido. El presidente de las Islas Marshall junto al comisario europeo de energía, Miguel Arias Cañete, son los grandes impulsores de este nuevo movimiento dentro del COP.

Sin embargo, esta propuesta pone también de relieve el fracaso de la continuación del Acuerdo de Paris de 2015 y que no se acaba de concretar en Katowice. "Tenemos una enorme decepción al ver como los intereses Estados Unidos o de Arabia Saudi, se posicionan en contra de la ciencia y, en este caso en contra del informe científico presentado el pasado mes de octubre y que es una de las cuestiones fundamentales para afrontar el cambio climático", ha expresado a este medio Javier Andaluz, responsable de la campaña de clima de Ecologistas en Acción.

"Tenemos también la decepción de ver como la comunidad internacional ha permanecido tibia al respecto", ha recalcado. Por otro lado, Andaluz ve como un punto positivo la formación de la nueva coalición. "La llamada de muchos países a aumentar la ambición muestra que sí que es cierto que tienen interés y que quieren demostrar una cierta iniciativa en la lucha contra el cambio climático"

Greenpeace nos hace llegar la misma opinión. "El texto sobre la ambición es un comienzo, pero está lejos de ser una negociación terminada aquí en Katowice. Según el grado de compromiso de los textos así serán los impactos del cambio climático y las perdidas de vidas. Las personas con menos recursos, los países más empobrecidos y vulnerables exigen compromisos mucho mayores", ha referido en un correo electrónico desde Katowice Tatiana Nuño, responsable de energía y cambio climático de Greenpeace en España.

De la cumbre del clima a los ciudadanos

Para Susana Magro, comisionada del Gobierno de la Comunidad de Madrid para el Cambio Climático, una de los puntos más importantes para poder alcanzar los objetivos y reducir las emisiones es la forma en que se financien esos compromisos. "Sin financiación, luchar contra el cambio climático es una entelequia", ha afirmado en una conversación telefónica con este periódico.

Magro, que tuvo el jueves una reunión con Arias Cañete, le transmitió su parecer sobre lo ambicioso de llegar a la descarbonificación en 2050 y lo necesario de que las comunidades autónomas cuenten con los medios para llevarlo a cabo. "Le pedí que desde la Unión Europea se reforzara la financiación y que ésta llegara no sólo a los estados sino también a las regiones". Aunque Europa no tiene competencias dentro de cada estado, en el caso de España y, según Magro, "son las comunidades autónomas las que muchas veces aplican las medidas pero la financiación climática no nos llega"

Magro ha explicado la dificultad que tiene los ciudadanos para entender lo que se discute en la cumbre del clima y las posteriores medidas que tienen que aplicar los países. "Necesitamos financiación y medidas concretas para que la gente pueda cambiar de vehículo o que las empresas puedan trabajar en eficiencia energética". En ese sentido ha destacado que la Comunidad de Madrid está aplicando ya muchas medidas de movilidad, de renovación del parque automovilístico y de energía autofinanciadas. "La ambición climática y las grandes negociaciones son importantísimas pero luego hay que trasladar esto al día a día y a los ciudadanos".

Empresas y sociedad civil en Katowice

En la COP24 no sólo han participado gobiernos y expertos sino un largo número de iniciativas que han partido de la sociedad civil. Empresas, ONGs, fundaciones, todo tipo de instituciones o colectivos de ciudadanos han tenido la oportunidad de participar activamente y presentar propuestas y dan una idea del alto grado de concienciación social que llega desde muchas partes del globo.

En este sentido, resultan importantes las iniciativas que parten de empresas que tienen una gran responsabilidad en el cambio climático. Es el caso, por ejemplo, de Iberdrola, la gran energética que anunció en 2017 que cerraría todas sus centrales de carbón en el mundo.

Chile será la sede de la COP25

Chile será la sede del 25° Cumbre de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP25), la mayor reunión mundial que trata temas medio ambientales.

Fue la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, quien se encuentra participando de la COP24 en Katowice, Polonia, quien dio la noticia de que Chile será el organizador de la próxima versión de esta cumbre.

"Quiero comenzar agradeciendo el gran apoyo de la Conferencia de las Partes para hospedar la COP25 en Chile y con ello mantener la COP en la región de América Latina y el Caribe", señaló la secretaria de Estado.

"Queremos que sea una oportunidad para mostrar lo mejor de nosotros y más ampliamente las riquezas naturales, culturales y sociales de toda la región. En nombre del gobierno de Chile y de nuestro Presidente Sebastián Piñera quiero reafirmar que creemos verdaderamente, que el verdadero desarrollo económico y social solo es posible si se cuida del medio ambiente", añadió Schmidt.

Más tarde, en el Palacio de La Moneda, el Presidente Piñera confirmó la noticia diciendo que "vamos a tener la tremenda responsabilidad de liderar y avanzar hacia un mejor control del cambio climático y calentamiento global siguiendo los avances que se lograron en la COP 21 de Paris y COP 24 de Katowice".

La organización de la cita por parte de Chile tomó fuerza luego de que Costa Rica bajara su candidatura por falta de presupuesto y que el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, retirara la oferta del actual mandatario, Michel Temer, de albergar la cumbre aludiendo al proceso de transición.

De esta forma, Chile realizará la COP25 en una fecha que está por determinar, aunque el Presidente Sebastián Piñera anunció que sería en enero de 2020.

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