Categories: Noticias Ambientales
      Date: mar  4, 2006
     Title: 'El cambio climático es evidente; el agua del Cantábrico se ha calentado 1,5ºC'
Esto afirma el catedrático de Ecología Ricardo Anadón. El científico asegura, además, que «las lluvias seguirán disminuyendo»

04/03/2006

Una estación situada a diez millas de la costa de Cudillero ha logrado medir que, en ese punto, la temperatura del agua del Cantábrico se ha elevado un grado y medio en las últimas tres décadas. Datos como éste le sirvieron ayer al catedrático de Ecología de la Universidad de Oviedo, Ricardo Anadón, para dotar de ejemplos a dos «evidencias incuestionables»: que «el cambio climático existe» y que «los seres humanos somos responsables» de que exista. Anadón, que ofreció una conferencia sobre este fenómeno en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, un acto organizado por Tribuna Ciudadana, comenzó explicando que «no sólo se sabe que el clima ha variado, sino que también hay constancia de que variará de forma bastante intensa».

Así, aseguró el científico asturiano, «en España, en los meses de verano se espera un incremento medio de la temperatura de siete grados durante el último tercio de este siglo», al tiempo que afirmó que «todo el hemisferio Norte se ha calentado ya de forma significativa». Ese incremento de la temperatura es sólo una de las variables fundamentales que definen el cambio climático, un fenómeno que se observa analizando «como mínimo en períodos de diez años». La segunda es la pluviosidad, que «en algunas zonas del planeta aumentará, mientras que en otras como España ya ha disminuido y seguirá disminuyendo».

Son sólo algunas de las consecuencias de este cambio del clima a escala planetaria, porque, tal y como advirtió, «el cambio climático conlleva, asimismo, cambios económicos y sociales». De esta forma, a los cambios en la distribución de ecosistemas y especies, «como ya se ha observado con el plancton marino, que se ha desplazado hacia el Norte», llegando incluso a su destrucción, y al incremento de la temperatura y el nivel del mar, «derivado de que los glaciares se derriten», vendrá asociada «una reducción de la cantidad de terrenos cultivables disponibles en todo el mundo». Y mientras tanto, «cada vez habrá más demanda de agua».

Ricardo Anadón concluyó poniendo ejemplos: «Londres, susceptible de ser inundable por el mar, construyó esclusas en el año 1983 como medida preventiva. Desde entonces, ha aumentado la frecuencia con la que han tenido que cerrarlas». Este fenómeno será uno de los más problemáticos, según el catedrático, ya que afectará a más de 300 millones de personas en todo el mundo. «Sólo en el delta del Nilo se destruirán 4.500 kilómetros cuadrados de tierra fértil, una fuente de recursos inagotable, y 6 millones de personas se convertirán en una especie de refugiados del cambio de clima».


 Fuente: La Nueva España

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