Categories: Noticias Ambientales
      Date: abr 23, 2014
     Title: La contaminación atmosférica aumenta el riesgo de hipertensión en mujeres embarazadas

En una zona urbana con fuertes emisiones de gases contaminantes, como los de los tubos de escape de vehículos o los de las chimeneas de fábricas y centrales termoeléctricas, respirar el aire fuera de sus hogares puede ser para las mujeres embarazadas igual de tóxico (o incluso más) que inhalar humo de cigarrillo, y ello incrementa el riesgo para la madre de sufrir complicaciones peligrosas como la preeclampsia, según los resultados de un nuevo estudio realizado por especialistas de la Universidad de Florida en Estados Unidos.



El equipo de Xiaohui Xu recopiló datos relativos a nacimientos y los comparó con estimaciones de polución del aire hechas en la Agencia estadounidense de Protección Ambiental (EPA), hallando que las grandes exposiciones a cuatro agentes contaminantes del aire se correlacionaban con un significativo incremento del riesgo de desarrollar durante el embarazo un trastorno caracterizado por una alta tensión arterial.

Estos cuatro agentes contaminantes son dos tipos específicos de materia particulada, fina y gruesa, monóxido de carbono y dióxido de azufre. La materia particulada analizada por la EPA incluye ácidos, polvo, metales y partículas de tierra. Esta materia particulada se genera mayormente a partir de emisiones de fábricas y de incendios forestales, y las posteriores reacciones químicas en el aire entre las sustancias implicadas. El dióxido de azufre es emitido típicamente por algunas centrales eléctricas y fábricas. La mayoría del monóxido de carbono proviene de los tubos de escape de los automóviles y otros vehículos.

Los investigadores no incluyeron en su estudio a madres con hipertensión crónica, las que habían previamente dado a luz de forma prematura, o aquellas cuyos bebés nacieron con otras complicaciones. A continuación calcularon a cuánta contaminación se expusieron las mujeres a lo largo de sus embarazos utilizando los datos reunidos diariamente por la EPA para medir los niveles de distintos agentes contaminantes.

Trastornos que provocan hipertensión (presión sanguínea alta), tales como la hipertensión gestacional, la preeclampsia y la consecuencia ocasional y grave de ésta última, la eclampsia, afectan a cerca del 10 por ciento de los embarazos. A pesar de los graves riesgos para la madre y el bebé, durante mucho tiempo no se ha sabido casi nada sobre qué es lo que causa que estos trastornos se desarrollen en mujeres embarazadas. Lo descubierto en este estudio podría aportar algunas pistas.

El desarrollo fetal es muy sensible a los factores ambientales, incluyendo los inherentes al entorno intrauterino. En el caso de la hipertensión, ésta se asocia con una mayor incidencia de problemas de salud en la madre y en el feto, que pueden acarrear complicaciones como por ejemplo un parto prematuro.

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