Categories: Noticias Ambientales
      Date: dic 12, 2005
     Title: La contaminación atmosférica hace peligrar pinturas medievales en Oviedo
La contaminación atmosférica es ahora la mayor enemiga de los milenarios pigmentos de San Julián de los Prados, que se pierden poco a poco. Para frenar su deterioro, la consejera de Cultura, Ana Rosa Migoya, anunció el 22 de noviembre que «en 2006 se pondrá en marcha un proyecto de conservación».

12/12/2005

En el siglo XVII, las pinturas de San Julián de los Prados desaparecieron bajo un velo blanco. El encalado ocultó a varias generaciones de ovetenses los muros decorados al fresco de Santullano, hasta que Fortunato de Selgas redescubrió en 1912 lo que los expertos consideran «la muestra pictórica altomedieval más importante de Europa». La contaminación atmosférica es ahora la mayor enemiga de los milenarios pigmentos, que se pierden poco a poco. Para frenar su deterioro, la consejera de Cultura, Ana Rosa Migoya, anunció el 22 de noviembre que «en 2006 se pondrá en marcha un proyecto de conservación».

El Principado tiene una partida del presupuesto reservada, pero no adelanta las actuaciones concretas, aunque todo hace pensar que además de remedios técnicos, serán necesarias restricciones humanas. Carlos Madera, director general de Promoción Cultural, aseguraba el año pasado que «hay que controlar las visitas al Prerrománico». No ha cambiado de parecer. «El gran problema de Santullano es que hay que compaginar el culto con la conservación de las pinturas, que se ven muy afectadas», insiste.

El párroco de la iglesia, Jesús Huelga, es tajante en este punto: «Hemos reducido muchísimo el número de bodas para proteger las pinturas. Antes había tres cada sábado, de abril a octubre, y ahora unas 40 al año». Además, «sólo se casan los de la parroquia», dice.

Nada de pedir turno para que la foto quede más bonita en un templo declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1917 y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998. Las actuaciones venideras podrían ser de distintas índoles, pero los estudiosos coinciden en un punto: el primer paso para proteger el interior es pintar Santullano por fuera.

Parálisis administrativa

Jesús Puras recomendó enlucir la fachada en 1996, tras un año de estudios exhaustivos. La arqueóloga Gema Adán apoya la necesidad de una «capa protectora ante los agentes contaminantes». El cuidado interior sería el paso siguiente. Sólo se conservan el 30% de los frescos originales, destaca Puras, puesto que el resto fue «repintado» por Antonio Llopart en los 70.

Piedra a piedra, trazo por trazo. Así estudió el profesor de Historia del Arte de la Universidad de Oviedo Lorenzo Arias Páramo la pintura mural del Reino de Asturias en los siglos IX y X. Cree que «la Administración ha estado quieta mientras ese tesoro se perdía» y opina que antes de restaurar los frescos debería fijarse el soporte, para después tratar las alteraciones químicas.

La autopista deteriora

«Están ahí gracias a que Fortunato de Selgas las descubrió cuando tiró las bóvedas», explica. Lorenzo Arias destaca que «el mismo Selgas, con Vicente Lampérez y Romea, costeó la obra, que les costó 50.000 pesetas». Quitaron añadiduras: la sacristía, una nave acoplada al oeste... El cementerio que estaba a la derecha permaneció, aunque hoy en día no sigue ahí; sólo hay zonas verdes a un lado y al otro, la autopista 'Y'.

La A-66, otro de los factores que contribuyen al deterioro de Santullano. Un templo a la espera de su polémica losa, el gran proyecto prometido para el entorno de la única parroquia milenaria en activo hoy por hoy de Oviedo.


  Fuente: El Comercio Digital

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