El Distrito Administrativo de la Calidad del Aire (AQMD) aprobó esta semana, a petición de una comunidad cansada de sufrir por la contaminación del aire, tres reglamentos que reducirán las emisiones permitidas a las refinerías de petróleo y las fábricas de cemento.
06/11/2005
Esta decisión fue tomada por los miembros de la junta directiva del AQMD después de escuchar las quejas de la población por aproximadamente dos horas durante una reunión que se realizó en Long Beach, a pocas millas de las refinerías.
“Estoy muy contento de que hayamos tenido esta reunión”, dijo Bill Burke, presidente de la junta de AQMD, quien agradeció a los asistentes haberse tomado el tiempo de asistir a la reunión y expresar sus opiniones.
Estos nuevos reglamentos abordan las preocupaciones y significan un avance en la agenda de justicia ambiental en las comunidades adyacentes a las grandes fábricas y refinerías, que son en su mayoría minorías.
El reglamento que más atención captó es el número 1118, que tiene como objetivo minimizar la emisión de gases y limitarla a circunstancias específicas en las que haya necesidad de liberar presión para estabilizar la maquinaria de las refinerías.
Los cambios de esta medida regularán 27 chimeneas operadas por siete refinerías de petróleo, una planta de hidrógeno y una planta de recuperación de sulfuro. Todas estas compañías están localizadas en la costa del sur de California.
Con respecto a las otras dos medidas, el reglamento 1401.1 colocará más medidores de polución de aire cerca de las escuelas, y el reglamento 1156 pretende reducir la emisión de partículas cancerígenas de las fábricas de cemento.
“El AQMD se encargará de monitorear y mandar inspectores a las compañías para asegurarse de que cumplan con los nuevos reglamentos”, aseguró Sam Atwood, portavoz de la agencia AQMD.
Por su parte, Rod Spackman, vocero de la multimillonaria empresa Chevron, dijo que la compañía apoya cualquier tipo de regulación que ayude a mantener el medio ambiente más limpio, pero advirtió que cualquier regulación que no vaya acorde con la tecnología existente no podrá ser aplicada.
“Las emisiones... no son evitables por completo. Nosotros creemos que estamos ocupando la mejor tecnología... cuando hay [emisiones altas] se hacen para liberar presiones y estabilizar cámaras, para así evitar que la situación se torne peligrosa”, señaló Spackman, a quien se le dio el mismo tiempo para hablar que a cada uno de los miembros de la comunidad.
Al finalizar su tiempo, Burke le dijo que, si nuevas medidas no podían ser implementadas por falta de tecnología, la junta revisaría su decisión. Pero agregó: “Si pusimos hombres en la luna, podemos evitar este tipo de problemas”.
Los asistentes rieron y aplaudieron el señalamiento de Burke, quien en todo momento se mostró muy sensible a los comentarios de la comunidad y a los representantes de organizaciones no lucrativas que expresaron sus opiniones.
“Ésta es la primera reunión en 20 años que hacemos fuera de nuestras oficinas centrales de Diamond Bar y me alegro de que lo hayamos hecho para escuchar a la comunidad que a diario enfrenta tantos problemas [ambientales]”, dijo Burke, reconociendo que las personas a las que más afecta este tipo de contaminación industrial son las que pertenecen a minorías de ingresos limitados.
Fuente: La Opinión
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