España aumentó un 45% las emisiones de gases de efecto invernadero entre 1990 y 2004, lo que supone triplicar el incremento tolerable que limita el Protocolo de Kioto, según denuncia el informe 'Sostenibilidad en España 2005' elaborado por la Fundació Fòrum Ambiental y la Cátedra UNESCO de la Universitat Politècnica de Catalunya.
28/10/2005
El informe diagnostica, en términos generales, que España se aleja cada vez más de los compromisos de Kioto, detectándose una mayor insostenibilidad y una menor ecoeficiencia. "España no evoluciona hacia una recuperación de la calidad ambiental, sino que su crecimiento económico está vinculado cada vez más a un mayor uso de recursos naturales", afirman.
Los expertos han constatado la multiplicación por dos del consumo de energía primaria en los últimos veinte años y el creciente promedio de un 0,5% anual de la intensidad energética de la economía española entre los años 1990 y el 2003, mientras que en los países de la Unión Europea esa tasa se ha reducido en un 1,5%. Por otro lado, el nivel de dependencia energética de España respecto a otros países ya es del 78%, y continúa creciendo.
Según el estudio, el turismo y la construcción son los sectores de mayor importancia de la economía del país pero, también, los que más presión ejercen sobre el territorio y los recursos naturales. De hecho, en sólo 10 años (1990-2000) el suelo destinado a usos urbanos, industriales y comerciales se ha aumentado un 26%, y en algunas regiones del levante de España hasta un 50% en la misma década.
El sector del transporte tampoco se salva, debido al incremento del desarrollo de la red de infraestructuras. La tendencia de España, denuncian, no es la potenciación de los medios de transporte más respetuosos con el medio ambiente, como son el ferrocarril, los transportes marítimos y los colectivos en general, sino todo lo contrario. "Los indicadores demuestran que la demanda de transporte por carretera en el territorio español ha aumentado
casi un 90% y el de mercancías prácticamente el 100%", asegura el estudio.
A través del informe también se detecta que la inversión en I+D que realiza España (ha tardado 14 años en superar el 1% del PIB en investigación) también está muy lejos de los objetivos fijados por la Unión Europea, que quiere llegar al 3% de media antes de 2010. De hecho, España ocupa la cuarta posición por la cola entre los países europeos en materia de innovación.
A pesar de todo, el informe también señala indicadores de sostenibilidad positivos en el territorio español, como en el caso de las energías renovables. Aunque todavía son insuficientes, el estudio demuestra que en los últimos años España ha aumentado el uso de este tipo de energías, que ya aportan el 22% de la oferta de electricidad, incluyendo la hidráulica.
Fuente: El Mundo
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