Así lo explicó el ministro venezolano de Energía y Minas, Rafael Ramírez, a su llegada a Viena para participar en la reunión que inicia mañana la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), donde se negociará un probable aumento de la oferta del grupo, fijada actualmente en 28 millones de barriles diarios (mb/d).

'No estamos en contra' (de dicho incremento), precisó Ramírez, quien, sin embargo, insistió al mismo tiempo en que tal medida no tendrá el efecto deseado de aliviar la presión sobre los precios.

'Nosotros creemos que el mercado esta bien suplido, que no hay un problema de crudo, que el serio problema que tenemos ahora es de refinación', destacó.

'No es necesario aumentar la producción. Si aumentamos algunos barriles, la situación no cambia', añadió.

El ministro recordó que 'antes de (la devastación causada por el huracán) Katrina, teníamos problemas (de refinación). Después de Katrina, tenemos un gran problema'.

Frente a dicho problema del refino de productos petroleros, Ramírez advirtió de que 'todos tienen que ayudar. Los consumidores tienen que ayudar'.

'Hay que ahorrar energía rápidamente, hay que crear un plan de ahorro de energía, hay que bajar los impuestos (sobre la energía) en los países consumidores y hay que construir capacidad de refinación', resaltó Ramírez.

Calificó de 'tremenda' la situación actual de la infraestructura petrolera en el Golfo de México, donde, debido a los daños causados por Katrina, ahora faltan 800.000 barriles al día de capacidad de refino, es decir, de productos refinados, 'no de crudo'.

Según Ramírez, el hecho de que los suministros de crudo superan a la demanda se ve reflejado en el creciente almacenamiento de reservas en los países consumidores.

'Creo que esta reunión no puede centrarse en ver (la situación) a corto plazo, hay que ver más a mediano y largo plazo' porque el mercado ha sufrido 'cambios estructurales y ahora se está viendo esa situación: el precio se mantiene alto, hay serios problemas de infraestructura', insistió.

Por eso, opinó, no tiene mucho sentido venir aquí a decir 500.000 barriles más o menos. Eso no va a ser la diferencia', advirtió.

La 137 conferencia ministerial de la OPEP, una reunión de dos días que se abre mañana en el secretariado vienés de esta organización que controla cerca de un 40 por ciento de la producción mundial de crudo, está marcada por la imparable carrera alcista de las cotizaciones del 'oro negro' y sus derivados.

Los analistas apuestan a que los ministros de la OPEP aprobarán finalmente un incremento de la cuota oficial de producción de diez de los países miembros (todos menos Irak) en un volumen de entre 500.000 y un millón de b/d, pero coinciden en estimar que se trata de una medida psicológica, que poco influirá en la evolución de los precios.

'Queremos discutir aquí, cual es la importancia de aumentar la producción, no tiene nada que ver con la situación del mercado', insistió Ramírez.