Según los datos del Ayuntamiento de Gijón, cada año aumenta el número de días con calidad del aire buena, llegando en 2001 a los 337. Los niveles de los contaminantes atmosféricos «no han superado los valores límite en ninguna ocasión».
29/08/2005
La privilegiada situación geográfica y la calidad paisajística de su entorno hacen de Gijón una ciudad con unas condiciones medioambientales «muy favorables», sólo mermadas por algunas actuaciones urbanísticas vinculadas a su pasado industrial. La creciente preocupación social por los activos naturales del municipio se ha traducido en un conjunto de políticas que no siempre han dado los resultados deseados. Pese a las campañas lanzadas por el
Ayuntamiento, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha denunciado este año 174 infracciones medioambientales en el concejo. Casi la mitad, el 40%, se debieron al abandono de coches en las calles y polígonos industriales así como a la utilización de vertederos ilegales.
En este sentido, el Plan Estratégico de Gijón 2002-2012, elaborado por los técnicos del Ayuntamiento, pone de manifiesto la «escasa colaboración ciudadana» en la recogida selectiva de residuos urbanos. Apenas un 10% reciben el tratamiento establecido por la normativa comunitaria, según recoge el informe. La patrulla urbana del Seprona trata de estrechar el cerco a los infractores con una mayor presencia en el casco urbano desde 2001.
En el último año, se han incrementado las inspecciones de vehículos en las calles de la ciudad y, sobre todo, en los barrios periféricos, donde se registran la mayor parte de los abandonos. Estos residuos son considerados «peligrosos» por la UE. El control de los vertederos ilegales, asentados por lo general en la zona rural, es otra de sus principales batallas. Sobre todo, se acumulan en estos lugares electrodomésticos y material de obra
empleado en pequeñas reformas domésticas. Sus compuestos se filtran a la tierra y llegan, en algunas ocasiones, hasta los ríos y, en última instancia, al mar.
Mejor calidad del agua
El plan de saneamiento integral aún tiene pendiente una de las obras más importantes para la ciudad, la depuradora del Este. Pese a ello, las inversiones realizadas, tal y como reza el informe municipal, y sobre todo la recién inaugurada planta de tratamiento de Aboño, han logrado mejorar de forma sustancial la calidad de las aguas de baño. Entre 1998 y 2001, el 95% de los análisis arrojaron un resultado «bueno o excelente».
Los agentes del instituto armado realizan visitas periódicas a los talleres para asegurarse de que los aceites y demás líquidos contaminantes se conservan en los depósitos adecuados y que éstos se entregan a un gestor especializado. Hasta agosto, no ha habido sanciones por este motivo, aunque el año pasado sí se multó a alguna empresa que vertía todo este material a las bocas de alcantarillado.
En lo que va de año, se ha registrado un importante descenso del número de infracciones de tipo atmosférico. Hasta la fecha, se han tramitado 4 denuncias administrativas por irregularidades en sistemas de refrigeración de hoteles y establecimientos de hostelería así como en las quemas de material contaminante, como neumáticos y cables... El año pasado, se formularon un total de 83, debido a la campaña nacional de control llevada a cabo en
todas las comunidades.
«Concienciados»
Según los datos del Ayuntamiento de Gijón, cada año aumenta el número de días con calidad del aire buena, llegando en 2001 a los 337. Los niveles de los contaminantes atmosféricos «no han superado los valores límite en ninguna ocasión».
Estación automática en la Avenida de la Constitución
Fuente: Ayuntamiento de Gijón
Uno de los datos más destacados de las estadísticas del Seprona es el radical descenso de denuncias por construcciones ilegales en el medio rural del concejo. Este año no se ha detectado ninguna infracción, frente a las 16 de 2004. «La gente se ha empezado a concienciar», indica uno de los miembros de la patrulla urbana. Muchos propietarios han decidido regularizar sus pequeñas construcciones (casetas de aperos, tendejones...) para evitar la
demolición.
Lo que se mantiene sin grandes variaciones, con 44 infracciones en 2005, son las multas por pescar en zonas prohibidas, capturar especies protegidas o que no dan la talla mínima y carecer de licencia.
El control del Seprona llegó a generar cierta polémica en El Musel, lugar muy frecuentado por aficionados. Los agentes aplazan la multa si los infractores sacan la licencia en un tiempo determinado, aunque esta flexibilidad no se da en los otros supuestos.
Calidad del Aire en Gijón
Fuente: El Comercio Digital
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