Un equipo de científicos británicos de la universidad de Lancaster ha elaborado un modelo para evaluar el impacto que diferentes especies de árboles tienen sobre la calidad del aire urbano. El modelo se puede adaptar a otras zonas climáticas templadas en latitudes medias. La clasificación se ha diseñado para ayudar a los planificadores urbanos a decidir sobre las especies que se deben plantar a fin de lograr una calidad sostenible de aire urbano.
27/08/2005
Nick Hewitt, del departamento de ciencias medioambientales de la universidad de Lancaster, en el Reino Unido, explica que "plantando la especie adecuada los árboles repercuten en la calidad del aire. Los árboles autóctonos de hoja ancha como los robles, los olmos y los arces suelen ser peores según nuestro sistema de clasificación".
Los árboles son parte integral del medio ambiente urbano. Su presencia afecta a las comunidades humanas desde el punto de vista ecológico, social, económico y físico. Generalmente se piensa que sólo benefician a la calidad del aire; sin embargo, los científicos saben desde hace cerca de dos décadas que las emisiones biogénicas de ciertos árboles pueden aumentar los niveles de algunos agentes contaminantes, sobre todo del ozono, en el aire
urbano.
La principal razón de que los árboles sean capaces de contribuir a eliminar contaminantes como el ozono y los NOx (óxidos de nitrógeno) del aire durante el día es un efecto secundario que se deriva del hecho de tener sus estomas abiertos durante la fotosíntesis. Cuando los estomas están abiertos y hay un nivel más alto de ozono fuera de la hoja que dentro, se produce una gradiente de difusión y los contaminantes se adentran en la hoja. Dentro
de ella, reaccionan y salen a la atmósfera. Sin embargo, los componentes orgánicos volátiles que producen los árboles, principalmente el isopreno emitido por los árboles de hoja caduca, esto es, los que cambian sus hojas anualmente, se ha demostrado que aumentan los niveles del ozono a ras del suelo en un área urbana.
La investigación en este ámbito es importante porque las administraciones nacionales y locales de todo el mundo están comenzando a considerar la plantación de árboles como una salida para dar solución a una serie de cuestiones medioambientales como la calidad del aire. El protocolo de Kioto permite a los países cumplir los objetivos relativos a las emisiones de carbono plantando bosques que absorban el carbono en vez de reducir las emisiones.
Basándose en una investigación previa realizada en Atlanta (EEUU), el doctor Hewitt y su colega Robert MacKenzie recurrieron a Birmingham como estudio de caso, una ciudad industrial con unos niveles de contaminación atmosférica similares a otras grandes ciudades del Reino Unido. Primero identificaron la población específica de árboles del área metropolitana de Birmingham. Después incluyeron los datos relativos a la población de árboles en un
conocido modelo químico atmosférico desarrollado por la universidad de Cambridge (Reino Unido), el CiTTyCAT, ampliamente utilizado en todo el país por llevar a cabo labores de investigación sobre la calidad del aire.
El Urban Tree Air Quality Score (UTAQS) pretende ayudar a los planificadores urbanos en zonas donde la contaminación atmosférica requiere adoptar las mejores decisiones posibles sobre qué tipo de especies de árboles plantar. La clasificación de UTAQS es aplicable a todas las áreas urbanas del Reino Unido y otras regiones climáticas templadas de latitud media que tengan especies de árboles comunes a las encontradas en las áreas urbanas de este
país. El enfoque de modelización utilizado podría ser aplicable directamente a todas las regiones del mundo una vez suministrados los datos requeridos, siendo una herramienta que podrá ayudar a conseguir un aire urbano de calidad sostenible en el futuro. UTAQS mide los efectos de especies concretas de árboles de una arboleda urbana sobre la calidad del aire de la ciudad. La clasificación evalúa el impacto de las especies sobre diferentes
contaminantes al comparar los cambios que producen los árboles en concentraciones modelo de contaminantes con los estándares de calidad del aire.
Los resultados del estudio podrán ser válidos para una ciudad de latitud media con un clima templado y el procedimiento puede individualizarse para ofrecer las recomendaciones pertinentes a determinadas ciudades de cualquier ecosistema.
Resumen del artículo Environmental Science & Technology
Fuente: Cordis
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